El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Baleares asevera, en el auto mediante el que ha decretado el ingreso en prisión provisional sin fianza para la expresidenta del Parlamento balear Maria Antònia Munar, que el "desalentador y negativo" horizonte procesal lleva a concluir que el riesgo de fuga por parte de la acusada "existe y es elevado", justificando de este modo el agravamiento de las medidas cautelares contra la exdirigente histórica de Unió Mallorquina (UM).
En su resolución, la Sala, presidida por el magistrado Jesús Gómez-Reino, recalca que además de las dos condenas que pesan sobre Munar y que suman un total de 11 años y medio de cárcel, la exalto cargo está sumida en cerca de una decena de procesos judiciales, de las que se derivaría que se habría beneficiado ilícitamente, desviado fondos públicos y cobrado comisiones, dinero que "probablemente estaría oculto en el extranjero y podría utilizarlo para intentar fugarse".
Es por ello que el tribunal afirma en su auto, de ocho páginas, que la pena de seis años de cárcel recientemente impuesta en el marco del caso Can Domenge "no puede constituirse en el único argumento" para considerar la posibilidad de que eludiese la acción de la justicia, sino que también se enfrenta a otros cinco años y medio a los que fue condenada en el llamado caso Maquillaje, a lo que se suma un panorama procesal que "se presenta desolador".
Una circunstancia que la Audiencia ve agravada por el hecho de que miembros de su extinto partido, que Munar fundó en 1982 junto a otros integrantes de la formación, ya han sido condenados en firme por delitos contra la Administración y cuyo ingreso en prisión ha sido recientemente ordenado, lo que puede llevar a Munar, según los magistrados, a "reconsiderar seriamente la posibilidad de eludir la acción de la justicia, más aún cuando pensamos razonablemente que podría tener dinero oculto en el extranjero".
Fondos que derivarían del cohecho que 600.000 euros que habría recibido por la adjudicación irregular de los terrenos de Can Domenge a favor de la promotora Sacresa, y que se suman a otros dos millones que habrían ido a parar a las arcas de UM, "sin que exista constancia" de que este dinero hubiera engrosado efectivamente las cuentas del partido, según el tribunal.
La Sala incide así en el hecho de que la percepción de esta dádiva así como los indicios racionales existentes de malversación de fondos en otras causas de corrupción "comporta la posibilidad de que la señora Munar pueda disponer de una importante cantidad en efectivo, que obviamente por tratarse de dinero sucio se hallaría oculto y con seguridad en poder de posibles testaferros o de terceras personas".
De hecho, el tribunal asevera que "no sería la primera vez" que la exlíder 'uemita' haría uso de hombres de paja, puesto que, según la sentencia del caso Maquillaje por la que fue condenada a cinco años y medio de prisión, Munar habría desviado unos 240.000 euros del Consell de Mallorca a la productora que controlaba mediante testaferros junto al exvicepresidente insular y quien fuera su 'delfín' político Miquel Nadal. Una resolución que, junto a la del caso Can Domenge, está recurrida en casación ante el Tribunal Supremo.
"En suma, la persona de Munar genera una elevada desconfianza en esta Sala de que, atendidas las penas a las que ha resultado condenada en esta y otra causa, y porque tiene otras acusaciones pendientes en otras tantas, podría eludir la acción de la justicia; más aún porque creemos que podría tener oculto dinero en el extranjero, como ha ocurrido con otros miembros de su partido, efectivo que bien podría utilizar para fugarse o servir éste de motivación añadida para propiciar su evasión", añade el auto.
MUNAR ALEGA QUE SU MADRE DEPENDE DE ELLA Y QUE NO SE FUGARÍA
Tal y como recoge la resolución, durante la vistilla de medidas cautelares celebrada esta misma mañana en la Audiencia y en la que los fiscales anticorrupción Juan Carrau y Pedro Horrach han solicitado el ingreso inmediato de Munar en prisión, la expresidenta de la Cámara autonómica ha defendido, para descartar el posible riesgo de fuga, que tiene una madre mayor -de 85 años- que depende de ella y que ella misma se encuentra bajo tratamiento médico para controlar el cáncer del que está curada.
Sin embargo, el tribunal ha desestimado estos argumentos por cuanto la madre de Munar "podría ser cuidada por su hijo u otras personas en su ausencia, o incluso ingresada en un centro de personas mayores". Asimismo, ante la alegación de la defensa de que cabrían otras medidas cautelares menos gravosas, la Sala ha apuntado que no es admisible esta solución al haber insistido Munar que tiene embargado todo su patrimonio y que ya tiene prestada una fianza penal de 350.000 euros.