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Miércoles 08/05/2024  

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El rearme de la flota submarina rusa se aplaza durante un año al fallar el cohete Bulavá

El inicio del rearme de la flota submarina rusa se aplaza al menos un año, tras el fracaso del último lanzamiento de su principal componente, el cohete Bulavá.

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El inicio del rearme de la flota submarina rusa se aplaza al menos un año, tras el fracaso del último lanzamiento de su principal componente, el cohete Bulavá. 

Las pruebas de esta arma, de 8.000 kilómetros de alcance y con capacidad de portar doce ojivas nucleares, se reanudarán próximamente y, si no se producen nuevos imprevistos, en el año 2010 comenzaría la producción en serie de los cohetes Bulavá, que Rusia cree capaces de burlar cualquier defensa aérea. 

“Las causas de los fracasos en los pruebas del Bulavá han sido aclaradas y próximamente se reanudará todo el ciclo de ensayo”, anunció ayer el general Nikolái Makárov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia. 

Makárov, citado por las principales agencias rusas, hizo estas declaraciones en Abu Dhabi, donde participa en la feria de armamentos IDEX-2009. 

“Creo que todas las cuestiones técnicas han sido resueltas. Confío en que esta vez todo irá bien, aunque en estas cuestiones es difícil ser rotundo”, indicó Makárov.

A partir de 2003, cuando comenzaron sus pruebas, se efectuaron diez lanzamientos de estos cohetes, de los que cinco, según la prensa rusa, fracasaron.

Una fuente anónima, citada por la agencia rusa Interfax, explicó hoy mismo que la causa del último fracaso del Bulavá fue un defecto de fabricación.

"En el transcurso del último año y medio no se han cometido errores tecnológicos graves, por lo que los lanzamientos fracasados fueron resultado de defectos de montaje o de piezas defectuosas", dijo la fuente, según la cual las pruebas podrían reanudarse el próximo mes.

Expertos militares afirman que para este año están previstos no menos de cinco lanzamientos de los Bulavá desde el submarino nuclear "Dmitri Donskoy", especialmente equipado para estos fines.

En caso de éxito de al menos dos lanzamientos, las pruebas se llevarán a cabo también desde el submarino nuclear "Yuri Dolgoruki"

Para que sea aprobada la producción en serie de los Bulavá y el rearme de la flota submarina rusa, será necesario que desde este segundo submarino se realicen tres lanzamientos exitosos, de los que los dos últimos deberán efectuarse uno tras otro.

La Armada rusa tenía previsto terminar los ensayos del Bulavá en 2008 y este año iniciar su producción en serie, tal y como había anunciado el viceprimer ministro ruso, Serguéi Ivanov.

Sin embargo, se produjo un último lanzamiento fallido, ocurrido el pasado 23 de diciembre, cuando el cohete, lanzado en el mar Blanco, se autodestruyó en pleno vuelo.

Los Bulavá (SS-NX-30, según la clasificación de la OTAN) serán emplazados en los submarinos nucleares rusos de cuarta generación.

Actualmente Rusia cuenta con tres submarinos de este tipo -"Yuri Dolgoruki", "Alexandr Nevski" y "Vladímir Monomaj" (proyecto 955 "Borey")- cada uno de los cuales podrá llevar doce Bulavá-M.

Estos misiles, de 30 toneladas de peso y combustible sólido, son considerados casi imposibles de abatir por los sistemas de defensa aérea existentes, debido a su alta velocidad y capacidad de modificar sobre la marcha su trayectoria para burlar los radares y los cohetes antimisiles.

Fabricados por el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú, los Bulavá pueden portar hasta diez ojivas nucleares de guiado autónomo.

El primer ministro ruso, Vladímir Putin, anunció recientemente un aumento del 27% del gasto asignado a seguridad y defensa en 2009, que ascenderá a 2,4 billones de rublos (70.000 millones de euros).

En un intento de mantener la paridad con Estados Unidos, Rusia anunció en 2007 un ambicioso programa de rearme de su "tríada nuclear", que incluye misiles balísticos intercontinentales, submarinos atómicos y aviones estratégicos.

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