A través de un comunicado divulgado por su portavoz, Ban ha expresado "su solidaridad y sus condolencias al pueblo de Nigeria y a las familias que han perdido a sus seres queridos" en esta cadena de atentados.
Además, el surcoreano ha reiterado su llamamiento "al fin de todos los actos de violencia sectaria en el país" y "su firme convicción de que ningún objetivo puede justificar el recurso a la violencia".
El grupo islamista Boko Haram ha reivindicado la cadena de atentados. El más grave ha ocurrido en la iglesia de Santa Teresa de Madala, donde una bomba ha explotado coincidiendo con la misa de Navidad.
Horas después, otras dos explosiones han sacudido la iglesia de la Montaña de Fuego y los Milagros de Jos (centro) y una iglesia de Gadaka (norte). Además, dos artefactos han explotado en Damaturu (noreste), mientras que otros tantos han sido desactivados en Jos.
Esta cadena de atentados sigue a la del mes pasado en Damaturu y Potiskum (noreste), donde el grupo islamista explotó varios artefactos en iglesias, mezquitas y comisarías de Policía, provocando la muerte de al menos 65 personas.