Alrededor de trescientas personas están afectadas por el impiago de los expedientes, en su mayoría en Malaga, Sevilla y Huelva
A la acampada de indignados en la Setas de la Encarnación se suma una más, esta vez frente al Palacio de San Telmo, sede de la Presidencia de la Junta de Andalucía. Pero este nuevo campamento no sale del movimiento 15-M, sino de los prejubilados por los expedientes de regulación de empleo (EREs) legales, que siguen sin cobrar. Aseguran que no se irán hasta que cobren. “El último pago fue el 23 de diciembre, no se me olvida”, explicaba uno de los acampados. Precisamente ayer se conocía que tres prejubilados en 2003 de Mercasevilla han sufrido la “suspensión temporal” del pago de sus prejubilaciones, según informó Europa Press.
Alrededor de 150 personas forman esta acampada y proceden principalmente de las provincias de Huelva, Sevilla y Málaga. Son prejubilados de empresas como Same, Tioxide, Bonpunt o Intersur, que aglutina a unos 600 afectados. Su portavoz, Juan Antonio Florido, de CCOO, asegura que es una acampada “espontánea” que permanecerá hasta que se pague a los afectados.
CCOO exigió ayer el “inmediato” pago de de las pensiones y destacó la “incompetencia” de la Consejería de Empleo. El sindicato no descarta que se multipliquen las protestas en el resto de provincias andaluzas.
La defensa de Mellet pide anular las grabaciones
La defensa del exgerente de Mercasevilla Fernando Mellet, procesado en el sumario por la presunta petición de 450.000 euros en comisiones ilegales, ha solicitado que se declaren nulas las grabaciones del soborno pues fueron hechas de forma “torticera” para provocar una serie de comentarios de los imputados.
Al concluir ayer el plazo de presentación de los escritos de defensa, los cuatro acusados solicitaron la libre absolución pero el abogado de Mellet pidió la nulidad de la grabación como prueba, niega que fuese funcionario público y dice que el delito sería, en todo caso, una estafa en grado de tentativa y, en consecuencia, no sería competencia de un jurado popular. Este es el primero de los cuatro sumarios del caso ‘Mercasevilla’ que llega a juicio.