La planta de Hamaoka se encuentra a 200 kilómetros al sur de Tokio, en una zona con alto riesgo de que se produzca un gran terremoto de hasta 8 grados Richter en los próximos 30 años, por lo que el Gobierno exigió hace una semana que se detuvieran sus reactores.
Según informó la agencia local Kyodo, la parada se efectuó al insertar las llamadas barras de control en el núcleo del reactor con el fin de detener las reacciones de fisión, que cesaron a las 13.56 hora local (4.56 GMT).
La empresa operadora de la planta, Chubu Electric, se vio obligada a plegarse a las exigencias del Gobierno y este sábado detendrá el reactor 5, que al igual que la unidad 4 tiene más de 1.000 megawatios de potencia.
El reactor 3 estaba parado desde noviembre por una revisión de rutina, mientras que las unidades 1 y 2 van a ser desmanteladas.
Este parada sin precedentes de un reactor se produce en plena crisis por el accidente nuclear de Fukushima tras el terremoto de 9 grados del 11 de marzo, que provocó una caída en cadena de los sistema de refrigeración de esa planta y graves filtraciones radiactivas.
El primer ministro japonés, Naoto Kan, dijo que la suspensión temporal de Hamaoka era necesaria, antes de que esperar a que cambien las medidas de seguridad nuclear.
Según aseguró, esos estándares de seguridad nuclear se revisarán por las consecuencias del accidente nuclear de Fukushima, el más grave desde el de Chernóbil en 1986.
"Una vez que el accidente sea investigado, los estándares de seguridad probablemente tendrán que cambiar", indicó Kan en la Dieta (Parlament) japonés.