Desde Estados Unidos, donde el sistema del tren subterráneo de Washington incrementó la vigilancia en estaciones y vías, el presidente de EEUU, Barack Obama, expresó sus condolencias y la solidaridad de su país con el pueblo ruso en el repudio a la violencia de los extremistas ante estos “atroces” ataques.
En la misma línea, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó lo ocurrido en el metro de Moscú, que causó “la trágica pérdida de muchas vidas inocentes y heridas a otras personas”, y mostró su confianza en que las autoridades rusas lograrán llevar ante la justicia a los responsables.