Dos hermandades de El Puerto de Santa María han decidido prescindir de mujeres en sus cuadrillas de costaleros, lo que ha llevado a algunas de ellas a criticar que "el rancio olor machista" haya vuelto a estas instituciones religiosas.
Lo dice en un texto publicado en su Facebook Maika Anelo, hermana de las hermandades de La Borriquita y La Soledad de El Puerto de Santa María, con las que salía como costalera desde hace once años.
Ambas hermandades han comunicado su decisión de no contar con cuadrillas mixtas este año.
Maika Anhelo, junto a una su compañera Andrea de la Flor, han decidido levantar la voz contra la decisión que les impedirá salir este año como costaleras en ambas hermandades.
"Es como si nos hubieran arrancado un trocito de nosotras mismas", ha explicado hoy a Efe Maika Anhelo.
Asegura que desde hace once años han formado parte de las cuadrillas mixtas de costaleros de las hermandades "sin ningún problema, como uno más, superintegradas".
Este año las dos hermandades han cambiado los capataces que dirigen las cuadrillas y los dos nuevos cargos han decidido que sus agrupaciones no sean mixtas.
"Quieren que las cuadrillas sean sólo de hombres o sólo de mujeres y las juntas de gobierno de las dos hermandades les han apoyado", señala.
El presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías de El Puerto de Santa María, José Manuel Castilla, ha indicado a Efe que los capataces y las hermandades son "soberanas" para tomar este tipo de decisiones, sobre las que ha rechazado opinar.
Maika Anhelo y Andrea de la Flor señalan que, de momento, son las únicas mujeres costaleras de ambas hermandades que han querido criticar públicamente la decisión, mientras que el resto permanece hasta ahora "al margen" de esta polémica, a la que se suma el detalle de que una mujer es la hermana mayor de la hermandad de La Soledad.
En su perfil, Maika Anhelo ha dejado un texto en el que se lamenta de que se haya dado un paso atrás y de que "la cruda realidad" haya recordado que no está "extinguido" el "rancio olor machista" de las hermandades y cofradías.
"La mujer que en antaño no podía ser hermana, la que tenía que ocultar su sexo para salir de nazareno, la que no formaba parte de juntas de gobierno, y la que ni de lejos podía ser hermana mayor, ya ha quedado en el recuerdo", recuerda en el texto.
"No cabe duda de que es así", añade de forma irónica para añadir que "de lo contrario, tanto la iglesia como juntas de gobierno y hermanos y hermanas mayores, no hubiesen permitido que este año tengamos que colgar nuestro costal, de no ser así no permitirían que tengamos que dejar de ser sus pies por el hecho de ser mujeres".
La costalera despide su texto deseando a todos los hermanos y hermanas: "Ojalá algún día, tengáis el placer, de ser padre o madre de una hija costalera".
El delegado de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía en Cádiz, Manuel Herrera, ha señalado que no entiende ni comparte el hecho de que una mujer no pueda cargar un paso por su condición femenina.
Por su parte, la teniente de alcalde delegada de Igualdad, Matilde Roselló, en nombre del gobierno y la ciudad, ha querido trasladar públicamente su apoyo a Maika Anelo y Andrea de la Flor, “dos costaleras portuenses que tras más de 10 años cargando en dos hermandades de El Puerto han sufrido un nuevo acto de discriminación machista por el mero hecho de ser mujer”.
Roselló ha lamentado que una vez más, en este caso en el sector cofrade, “estamos ante un clara discriminación que atenta contra la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres a la hora de participar y a la hora de denunciar estas situaciones”.
La concejala se ha puesto en contacto con Maika Anelo para trasladarle “el apoyo de la institución pública en sus reivindicaciones, deseando que las cofradías reflexionen y den ejemplo de igualdad entre hombres y mujeres también en el mundo cofrade, por su repercusión en la sociedad y demostrando respeto a los derechos y libertades de las mujeres”.