El PSOE de Almonte ha defendido una moción en el pasado pleno de octubre en la que se insta a rechazar categóricamente cualquier intento de privatización del Servicio de Ayuda a Domicilio de Almonte (SADA), empresa que desde el Grupo Municipal Socialista se considera “ejemplar”, pero “lamentablemente”, fue rechazada por el equipo de Gobierno del Grupo Ilusiona. “Nosotros reafirmamos nuestro compromiso con la gestión pública de servicios esenciales y queremos que se pongan en marcha medidas que refuercen la calidad y eficiencia de SADA como entidad pública”, ha dicho el portavoz del grupo, José Miguel Espina.
Se pedía en los acuerdos, además, “priorizar la atención y el bienestar del usuario por encima de cualquier otro interés, sea económico, político o personal” y “garantizar unas condiciones laborales de calidad para las y los profesionales de la empresa SADA, así como que se garantice que sea pública, transparente y al servicio de todos los almonteños y almonteñas”.
Para los socialistas, SADA ha sido un pilar esencial en el entramado social de nuestra comunidad, prestando servicios invaluables a las personas dependientes, garantizando su bienestar y ofreciendo un apoyo indispensable a sus familias. La gestión pública de SADA ha asegurado siempre un compromiso prioritario con las personas más vulnerables, enraizado en la misión de proteger a quienes más lo necesitan”, como dice el preámbulo de la moción.
No obstante, en los últimos meses, “hemos sido testigos de una serie de movimientos y decisiones que apuntan hacia la privatización de este servicio esencial. Sería inconcebible que SADA pasara a privatizarse siendo esta empresa de gran importancia para usuarios y profesionales, en tanto en cuanto la gestión pública asegura que los intereses de los ciudadanos y ciudadanas estén siempre por delante de cualquier beneficio económico. SADA no debe ser visto como un negocio, sino como un derecho para nuestros vecinos y vecinas”.
Y es que, como bien ha declarado Miguel Espina, la privatización “no es el camino, porque conducirá a recortes, se perderá calidad en el servicio y será más caro”. Los socialistas «estamos convencidos de que la gestión pública es garantía de transparencia en la toma de decisiones y en la rendición de cuentas, garantizando que las políticas implementadas se alineen con las necesidades de la comunidad. SADA, siendo de carácter público, ha permitido a la comunidad -ha remarcado Espina- tener una voz activa en su funcionamiento. Privatizar el servicio puede silenciar esa voz».
Además, los trabajadores y trabajadoras de SADA “son el motor de este servicio, ofreciendo su dedicación y profesionalidad”, por lo que “no vamos a consentir que sus condiciones laborales se deterioren y puedan, incluso, perderse empleos”. Es por todo ello que desde el PSOE de Almonte se pedía la unanimidad de todos los grupos políticos en el Consistorio para evitar cualquier cambio en la titularidad de este servicio.