A nadie le agrada sumar un punto de los últimos nueve disputados, ni aún estando a cinco del descenso en la jornada 10 y ni siquiera sin tener en cuenta que es un recién ascendido. Los doce puntos sumados hasta la fecha y los seis goles de Rubén Castro no son suficientes para agradar a una afición que entiende que su equipo no termina de dar la talla.
Son varios los factores destacables que imposibilitan que el equipo de un criticado Pepe Mel respire y mire al horizonte con cierta calma. El primero, la intensidad defensiva con la que salta el equipo a los terrenos de juego, la cual brilla por su ausencia. Es llamativo como en las tres últimas jornadas ha recibido tres tantos en los primeros diez minutos. En la jornada 8 encajó el primero del Espanyol en el minuto 4 (E. Roco); en la jornada 9 lo hizo en el minutos 3 frente al Granada (Foulquier); y este domingo fue en el minuto 8 cuando Williams estrenó el luminoso para el Athletic.
Un hecho, sin duda evitable, que ha determinado que el Betis no haya sumado ni una sola victoria en estas últimas tres semanas. A ello hay que añadirle la desaplicación de una defensa irreconocible. Ni Westermann, ni Pezzella que regresó este fin de semana, ni incluso Bruno, pasan por su mejor momento.
Como tercer factor, clave, hay que destacar el escaso bagaje de puntos como local, donde sólo ha rascado un triunfo y un empate en cinco enfrentamientos ligueros. La permanencia pasa por el Benito Villamarín. Estas situaciones provocan inestabilidad institucional y deportiva, y es que a pesar de la óptima posición, Mel queda señalado y el equipo tocado.
Rubén Castro sumó su gol 50 en Primera
El delantero canario no entiende de baches. Frente al Athletic, Rubén Castro anotó su gol número 50 en Primera División (6 en esta Liga) y de camino alcanzó la cifra de los 500 partidos como profesional (214 con la camiseta del Betis). Sin duda hablamos de toda una leyenda para el beticismo.
