Los Kincks de Nueva York han sumado su vigésima victoria esta temporada después de superar (94-91) a Minnesota en el Madison Square Garden, donde un gran Carmelo Anthony resucitó en el último cuarto con 19 puntos para remontar un partido en el que los locales fueron siempre por detrás en el marcador, y que supuso el debut del español Ricky Rubio en el mítico escenario neoyorquino.
Pese a que el público local tardó en hacerse notar, el partido comenzó con ritmo y canastas (22-29 en el primer acto). Los Timberwolves saltaron al Garden más enchufados y sobre todo más acertados de cara al aro rival (5-13) pese a la baja de Kevin Love por un golpe en el ojo en la pasada victoria ante los Thunder. De esta forma y como norma general los de Minnesota llevaron siempre una renta media de cinco puntos en el marcador.
El mal inicio de los locales, que venían de perder en casa con los Bulls, despertó por momentos a la estrella de Nueva York Carmelo Anthony, que tiró de los suyos con 9 puntos en los primeros 12 minutos. Los mismos puntos hizo Pekovic en el bando contrario, dueño de los rebotes y las canastas en la pintura junto a Kirilenko, aprovechando ambos la buena dirección de Shved, cuyas anotaciones también resultaron vitales (13-18).
A poco más de dos minutos para el final del primer cuarto hizo su debut en el Madison Ricky Rubio. El base español jugó los siguientes nueve minutos con criterio, logrando cuatro puntos y manteniendo la buena circulación de balón de los Wolves. En el conjunto visitante todos se atrevían, mientras que las muñecas locales seguían en bajos porcentajes notando además la ausencia de Chandler, en el banquillo con tres faltas.
El rebote seguía siendo de los Wolves, 12 para Pekovic, y solo un arranque de Smith permitió acercarse a los Kincks sin conseguir ponerse por delante (42-43). De nuevo la asociación y aportación de Shved y Pekovic permitió a los de Minnesota irse al descanso con la máxima diferencia (46-55), después de una primera mitad en la que el conjunto de Rick Adelman ni siquiera se acordó de su estrella Kevin Love.
Tras el descanso Minnesota siguió mandando, y Nueva York fallando. Las combinaciones visitantes bailaban la defensa local y Pekovic confirmaba sus ganas de convertirse en la pesadilla de los de Mike Woodson (56-65). Un parcial de 7-0 de los locales pareció el despertar de los Kincks, aprovechando una mejor defensa y pérdidas en los Wolves. Los buenos momentos no cuajaron del todo pero la mejora dejó el partido abierto para el último cuarto (71-73).
Ricky Rubio comenzó en cancha los últimos 12 minutos, después de jugar los tres últimos del tercer cuarto. El base de El Masnou dejó entrever que poco a poco coge forma después de una semana desde su regreso, aunque adoleció falta de ritmo y terminó en el banco con cuatro faltas (5 puntos y dos asistencias). El partido seguía bajo el dominio visitante pero la diferencia en el marcador anticipaba un final de infarto (74-77). Cunningham mantuvo con sus canastas a los Wolves.
A falta de tres minutos para el final, la quinta falta de Carmelo permitió recuperar un balón perdido por Minnesota en forma de tiro y posesión por la técnica sobre Woodson en sus protestas (82-86). Sin embargo, el propio Anthony puso después a los suyos por delante con un triple y un dos más uno (88-86 a falta de un minuto). La cosa no quedó ahí, los Wolves no remataron el trabajo y la estrella de los Knicks terminó de resucitar con 19 puntos en el último cuarto para dar la victoria a los suyos (94-91).