Carlos Alcaraz se convertirá este domingo en el cuarto español en disputar la final de Queen's.
El murciano, tras derrotar al estadounidense Sebastian Korda por 6-3 y 6-4, puede unir su nombre al de los tres que ya han triunfado en este torneo: Andrés Gimeno (1960), Rafael Nadal (2008) y Feliciano López (2017 y 2019).
"Me gustaría ver mi nombre en el cuadro de campeones de uno de los torneos más históricos", aseguró hace unos días, cuando aún no se daba posibilidades de ganar aquí. Su tenis, en continuo ascenso, le permite ahora darse una posibilidad preciosa en las pistas de Queen's, las primeras en las que jugará una final en pasto en su carrera.
Porque el club londinense es espectador de una semana de primeras veces para Alcaraz, que aquí ha jugado sus primeros cuartos, sus primeras semifinales y su primera final. Ahora queda descifrar si también puede levantar su primer entorchado en una moqueta verde.
Korda, que se calificó a sí mismo como uno de los favoritos para Wimbledon, fue su penúltimo obstáculo. El estadounidense venía crecido, no sin razones. Apabulló a dos especialistas de la superficie como Dan Evans y Frances Tiafoe, y superó al favorito local Cameron Norrie. El alargado hijo de Petr Korda, ganador de un Grand Slam, con su servicio y su agresividad, era una prueba de fuego para Alcaraz, que la superó con más facilidad de lo previsto.
Solo unos compases iniciales dubitativos al saque complicaron el andar de Alcaraz. Su primer servicio fue entregado en bandeja a Korda, pero no dejó que el americano construyese a partir de ahí. Le devolvió la rotura de inmediato, ayudado por tres dobles faltas, y aguantó las primeras bofetadas sin precipitarse.
Consciente de la dureza del rival, Alcaraz sacaba el puño, se dirigía a su equipo y también reconocía el buen hacer de Korda cuando este lo merecía.
Porque no fue un paseo, los primeros seis juegos fueron un manejo de nervios con muchas dudas en los servicios de los dos jugadores. Alcaraz tuvo cinco bolas de 'break' y Korda, otras cinco. Pudo caer para cualquier lado, pero lo hizo para el que más grande es en estas situaciones.
Con 4-3 y Korda tambaleándose, Alcaraz no perdonó en su séptima bola de rotura e inclinó a su favor un set que desinfló al estadounidense.
Si éste se creía favorito a Wimbledon, Alcaraz le bajó a la hierba. Su confianza con el servicio decayó y Alcaraz hincó el diente al ver a la presa frágil. La devoró y en un segundo parcial impecable abrochó su sexta final del año.
Tras Buenos Aires, Río de Janeiro, Indian Wells, Barcelona y Madrid, Alcaraz tendrá este domingo la oportunidad de sumar un quinto título en 2023 y convertirse en uno de esos pocos elegidos capaces de ganar en tres superficies diferentes.
Su rival será Alex de Miñaur, que derrotó a Holger Rune y que ya sabe lo que es sufrir la épica del español. De Miñaur y Alcaraz se midieron en las semifinales del Conde de Godó en 2022, con triunfo para el murciano, que levantó dos pelotas de partido aquel día.
De ganar a De Miñaur, Alcaraz arrebatará a Novak Djokovic el número uno del mundo y será el primer cabeza de serie en Wimbledon.