Abatido tras el fallecimiento de su madre el pasado 15 de junio -tras sufrir un infarto a las puertas de su domicilio en Tenerife-, pero consciente del cariño que toda España tenía por Mari Carmen 'y sus muñecos', Miguel Manuel Almanzor ha abandonado la capilla ardiente de la querida ventrílocua para atender a los medios de comunicación presentes en su último adiós.
Muy entero, el hijo de la artista ha reconociendo que tanto él como el resto de su familia todavía están "en shock" tras su repentina muerte: "Nunca se me había ido un ser querido tan cercano y creo que lo peor está por venir, pero muy mal". "Te levantas, pasas de la tristeza más absoluta y la impotencia a la alegría porque siento a mi madre conmigo, siento a la mejor versión de mi madre conmigo, a esa Mari Carmen de los 80 o incluso interior. Sientes a la Mari Carmen joven a mi lado en todo momento" ha confesado.
Además, y aunque es consciente de que "puede parecer una tontería", Miguel ha revelado en los últimos días ha vivido varios episodios cercanos a lo 'paranormal'. "Mi madre siempre me decía que cuando se marchase, 'estate muy pendiente de las señales' y os puedo asegurar que me han llegado señales por todos lados. No quiero especificaros cuales son, igualmente me estoy volviendo completamente loco, pero por eso pasas de la alegría a la tristeza porque siento que está conmigo y que va a estar conmigo siempre" ha confesado.
¿Cómo le gustaría que se la recordase? Como explica, "en plenitud, en su mejor momento. La Mari Carmen con la que era facilísimo trabajar, que se hizo tan famosa y tan conocida, no la Mari Carmen que se hizo más mayor, que tenía 80 años ya y una mujer de 80 años bastante hizo con seguir haciendo apariciones televisivas, con seguir, así que así es como quiero que la recordéis, joven y maravillosa que es como está ahora".
"Ahora mismo daría lo que fuera no porque me dijera te quiero, sino que viniera y me echara la bronca con algo. Que me dijera, Miguel, tienes que hacer esto así y esto asá* Hasta eso daría, que se preocupara por mí tanto como se preocupaba hasta el límite. Nada importaba y eos pequeños enfados que hemos tenido ella tenía toda la razón y yo estaba equivocado" ha añadido desvelando que echará de menos tanto los buenos como los malos momentos que vivió con su madre.
Uno de los sueños que Mari Carmen no pudo cumplir fue convertirse en abuela. Como nos cuenta Miguel, no dio el paso en vida de la artista "por miedo, porque tal y como están las leyes cara al varón, pues a mí me daba un poquito todavía de miedo y de repelús. Tienes que estar muy seguro de lo que haces en ese sentido". Algo de lo que, en cierto modo, ahora se arrepiente.
Tras la muerte de la ventrílocua, afirma que han sido innumerables las muestras de cariño que ha recibido. Entre ellas, las de sus majestades los Reyes, que se pusieron en contacto con él para transmitirle su pésame: "ha sido un regalo inesperado que les honra y desde aquí, a sus majestades, les daría un saludo muy afectuoso, pero les querría dar un beso tanto a su majestad el Rey Felipe y doña Letizia como a don Juan Carlos y doña Sofía, los cuales no voy a decir que tenían una gran relación con mi madre, pero sí una muy bonita relación con mi madre porque en las ocasiones en las que se vieron, tuvieron mucha complicidad y la querían mucho".
Un fallecimiento que le llegó inmersa en la escritura del que sería su tercer libro. Una obra que, como adelanta su hijo, intentará que se acabe con la colaboración del animador Sirgo, ganador de dos premios Goya. "No os aseguro nada, será complicado, hay que buscar la financiación, pero haré todo lo posible por cumplir sus sueños" ha indicado.
Ahora, ¿qué pasará con Doña Rogelia y el resto de muñecos de Mari Carmen? Como confiesa Miguel, "su destino está en nuestros corazones. Ahí es donde se van a quedar, en los corazones de todos los que hemos crecido con ellos y creo que es lo que mi madre quería". "Creo que no es un lugar físico, no es una maleta, sino que están aquí, en nuestro recuerdo y por siempre" ha añadido, reconociendo que "duda bastante" que algún día volvamos a ver a los entrañables personajes: "Mi madre una máxima que tenía es que nunca enseñes a ninguno de los muñecos si yo no estoy, porque entonces lo que yo hacía de dar vida a materia inerte, esa magia desaparecerá así que no me queda otra que cumplirla, que me tira un rayo mi madre que no se andaba con tonterías".
"Toda España está invitada tanto al velatorio, como a la misa, como al entierro en Cuenca porque mi madre habría querido que su homenaje final fuese así y así es como lo hago. Si os apetece darle el último adiós, ella está aquí" ha finalizado, invitando a todos los seguidores de Mari Carmen a darle su último adiós esto días.