El presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Joaquín Páez, ha descartado este miércoles "desembalses" antes del periodo establecido de finales de abril a pesar de las peticiones de los agricultores que ven peligrar sus cosechas por la falta de agua.
En declaraciones a los periodistas, tras presentar las obras de bombeo de agua del río Guadalquivir al embalse de Martín Gonzalo en Córdoba, Páez ha explicado que se está "atravesando una sequía comparable con la del año" ya que la cuenca está "en números muy parecidos" a los de entonces provocado por "un año hidrológico muy malo".
Concretamente, se ha contabilizado "un 20 por ciento menos de lluvia que la media de los últimos 25 años y un 70 por ciento menos de aportaciones a embalses que esa misma media en los últimos 25 años", ha explicado Páez.
En este sentido, ha matizado que la CHG "gestiona el agua" y no es "competente en agricultura" y por tanto su función es las de "gestionar el agua de 895.000 hectáreas de regadío", de las que 345.000 hectáreas "se nutren con el desembalse y conecta 19 grandes embalses" de toda la cuenca.
Ha apuntado que las "comisiones de desembalse" son el órgano donde se informa de los "recursos" y las "proyecciones de lo que podría pasar", mientras que ha recordado que se intenta "beneficiar a la generalidad" en lugar de atender las necesidades específicas de cada cultivo.
"Como no vamos a tener agua durante todo el año y lo sabemos, ajustamos nuestros embalses a cuando más se necesita ese agua, y ese agua cuando más se necesita es en primavera y en verano", ha argumentado Páez, quien ha aludido a "dos condicionantes" como el "incremento del arbolado en toda la cuenca" y estar en un "año malo que viene de otro prácticamente igual de malo".
Asimismo, ha asegurado que "cualquier desembalse que se produzca ahora tiene pérdidas estimadas de un 40 por ciento", y ha recordado que el año pasado se desembalsaron "925 hm3" y este año se estima que serán "375 hm3", lo que supone "casi un 60 % menos".
Finalmente, ha subrayado que las campañas de "regadío y desembalse" se llevan a cabo "desde últimos de abril o primero de mayo, hasta septiembre o finales de octubre", unas fechas que se establecen "no para perjudicar a nadie" sino para una "buena gestión" del agua, una circunstancia que los agricultores "saben porque los hacemos partícipes", ha concluido.