El tiempo en: Marbella
Publicidad Ai

CinemaScope

‘Disobedience’: Hijas de un Dios mayor

Pese a las críticas a un contexto religioso opresivo, represor y patriarcal hasta la médula, no acaba de encontrar el tono para desarrollar el relato...

Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad Ai Publicidad Ai

El  guionista, productor, montador y cineasta chileno Sebastián Lelio, cosecha del 74  -flamante ganador de un Oscar a la Mejor Película de habla no inglesa por la muy sobrevalorada, en opinión de quien esto firma, ‘Una mujer fantástica’, aunque también sea responsable de la estimable ‘Gloria’- irrumpe en el cine internacional con esta su última propuesta rodada íntegramente en inglés. Continúa en ella con su tónica de protagonistas femeninas fuertes, abocadas voluntaria o involuntariamente, a la transgresión por mor de una sociedad sexista e intolerante.

En esta que nos ocupa -producción británica de 114 minutos de metraje, con guión del propio director adaptando la novela homónima de Naomi Alderman, muy bien fotografiada por Danny Cohen y con una buena partitura de Mathew Herbert- sigue a una fotógrafa, asentada en Nueva York, que vuelve a su comunidad judía ortodoxa londinense, de la que escapó,  para el funeral de su padre -un rabino que no perdonó su huida- y allí tendrá que enfrentarse a su pasado con todas las consecuencias.

Quien esto firma, no ha leído la obra citada en la que se basa pero, de entrada, le pareció un material de partida fascinante y le creó unas expectativas que luego fueron defraudadas. Lamentablemente. Porque, pese a que están ahí las críticas a un contexto religioso opresivo, represor y patriarcal hasta la médula, no acaba de encontrar el tono para desarrollar el relato.

A saber, le pueden más las formas que el fondo en un guión no siempre afortunado, por decirlo de manera suave… O hace demasiadas elipsis cuando debería desarrollar los antecedentes de un romance prohibido por unas estrictas normas teocráticas o, por el contrario, se demora en rituales y ceremonias de las que la cinematografía europea y, sobre todo, la norteamericana ha abusado hasta la extenuación.

Más obvia y lineal de lo que debería, más superficial y efectista que dotada de carga de profundidad, apenas si -desde el punto de vista de quien esto firma- se salvan algunos diálogos, escenas y situaciones. Porque se dispersa demasiado en un relato que pedía a gritos un tratamiento intenso e intimista. Porque al final salva lo insalvable y al insalvable que, sabiendo como sabía, condenó a su cónyuge a una vida y a una relación radicalmente alienantes, pero… le concede una libertad tramposa.

Las actrices, las dos Rachel, están muy bien. Sobre todo, la McAdams, quien sabe retratar con sensibilidad y desgarro su opresión como mujer y lesbiana en tal entorno fundamentalista . Pero el erotismo entre ellas que describe Lelio es mecanicista y carece de sutileza y sensualidad.

Escrito queda. En cualquier caso, debe ser vista.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN