El pueblo de Chipiona acompañó a la Peña Flamenca ‘José Mercé’ en al acto de inauguración de su nueva sede. Amantes del flamenco de la localidad, así como de municipios vecinos tales como Rota, Sanlúcar de Barrameda o Jerez de la Frontera, se reunieron en la plaza Poeta Miguel Hernández en una noche de convivencia. Nicolás Sosa, presidente de la Federación de peñas flamencas de la Provincia de Cádiz, afirmó en su intervención que “
sin convivencia es imposible que el flamenco se conserve en su pureza”. La nueva sede contribuirá, además, a que ese mismo entorno de convivencia continúe de puertas para dentro, durante todos los días del año, para que los distintos artistas puedan continuar desarrollando su pasión por el flamenco.
“Será un centro de aprendizaje y crecimiento”, explicó Juan Gómez, presidente de una peña que continúa mostrándose como uno de las principales riquezas culturales en la localidad. Luis Mario Aparcero, alcalde de Chipiona, aseguró que continuarán apostando “fuertemente” por el flamenco, un estilo musical muy arraigado en el municipio a través de todo un elenco de artistas que pasaron por el escenario de la plaza Poeta Miguel Hernández en el acto. Iván Román ‘Pimientito’, Manuel Cerpa, Javier Mellado ‘El Peralillo’, El Gordo Prospín, Juan Gómez, Jesús Castilla, Antonio Higuero, Lolo Valderrama, Vanesa Reyes, Aurora Caraballo, Estrella La Zurcali, Ana Troncoso y Andrea Martín, compusieron un cartel de
actuaciones por todo lo alto entre las que sobresalió la presencia más destacada de la noche, la de José Mercé, quien “no solo es un artista excepcional, sino además un embajador del flamenco en todo el mundo”, expresó Juan Gómez.
Mercé mostró su satisfacción ante la posibilidad que le brindó la peña de poder volver a Chipiona por un motivo especial. “Hoy mi corazón está lleno de felicidad”, expresó. El reputado cantaor, que
recibió la insignia de oro de la entidad, recordó sus experiencias en Chipiona “donde llevo tantos años viviendo y casi viviendo con mi familia”. Mencionó también a su amigo ‘El Popo’, padre del escultor local Alfredo Zarazaga, quien había donado a la peña una silla flamenca elaborada con materiales reciclados que estuvo presente sobre el escenario durante todo el tiempo que duró el acto. Aunque ese carácter solidario representado por la silla, estuvo presente en todo momento más allá de los límites marcados por el escenario.
La Asociación ‘AFA Faro de Chipiona’ ofreció un servicio de barra. Los beneficios recaudados fueron destinados a las familias y enfermos de alzhéimer. También estuvieron a la venta unas pulseras solidarias para poder costear las terapias de los hermanos Hugo y Airam, de 4 y 7 años, afectados por una enfermedad extraña en el mundo conocida como mutación del gen PDRM13
. La solidaridad es el motor para avanzar hacia un mundo mejor. Y, también, hacia la consolidación de las peñas flamencas. “La peña sale adelante con trabajo desinteresado”, explicó Nicolás Sosa. “Estamos muy orgullosos de que una entidad con tantos años como la de Chipiona tenga un espacio como este y que lleve el nombre de un artista universal, como es José Mercé”, finalizó