La huelga de las trabajadoras del servicio de limpieza de edificios municipales y colegios públicos de Chiclana, que se desarrollaba los días 30 de abril y hoy 4 de mayo, ha provocado que, entre otras consecuencias, el Edificio Brake haya permanecido cerrado al público desde el pasado viernes 1 de mayo. De esta forma, aquellos jóvenes y estudiantes que a diario se desplazan hasta dicho centro cultural no puedan estudiar en las salas de estudios ni realizar ningún tipo de actividad en sus dependencias. Asimismo, se ha dado orden a la empresa privada encargada de la gestión de distintos espacios deportivos municipales para que lleve a cabo la limpieza de estos equipamientos, entre ellos, el velódromo municipal.
“Desde el PSOE hemos apoyado desde el primer momento a las limpiadoras de edificios municipales y colegios públicos porque se ha atentado contra los derechos laborales de estas personas”, ha destacado la concejala del Grupo Municipal Socialista, Cándida Verdier, quien ha aclarado que “esta huelga se podía haber evitado, si el alcalde se hubiese sentado con las representantes de las trabajadoras y hubiera solucionado el problemas”. “Estamos hablando de una vulneración de sus derechos laborales, que vienen reivindicando cada viernes en la puerta del Ayuntamiento, así como en la jornada de hoy lunes”, ha explicado.
Sin embargo, la inacción del alcalde Ernesto Marín ha propiciado que las limpiadoras hayan tenido que llegar al extremo de llevar a cabo esta huelga, “simplemente porque al alcalde y al PP les da igual sus problemas con la empresa”. “Todo ello está provocando que sea la ciudadanía en general la que esté sufriendo las consecuencias de esta huelga. Así, los grandes perjudicados son los usuarios del mercado de abastos o los jóvenes y estudiantes que van al Edificio Brake y que no pueden acceder a estas dependencias municipales ubicadas junto al conservatorio de música”, ha lamentado la concejala socialista, quien ha recriminado al regidor chiclanero que, “lejos de llamar a las limpiadoras para buscar una solución a este conflicto, ha decidido cerrar algunas dependencias municipales para ocultar sus consecuencias”.
“Y el colmo de lo que está sucediendo es que el señor Marín ha mandado a otra empresa a limpiar las dependencias municipales del velódromo municipal. Así, en lugar de reivindicar ante la empresa adjudicataria los derechos de las trabajadoras, entre ellos, sus salarios o el material adecuado para trabajar, el alcalde se dedica a ocultar los perjuicios a los chiclaneros o a reclamar a otra empresa a limpiar el velódromo”, ha denunciado Cándida Verdier, quien ha recordado que “hay nueve trabajadoras que van a perder su empleo, mientras que el resto está sufriendo recortes en sus nóminas, así como en el material para desempeñar sus funciones”.