El dispositivo de búsqueda del pesquero gaditano ‘Rúa Mar’ será interrumpido este miércoles por el temporal de viento de Levante previsto desde ese día, ya que las condiciones provocarán que las mediciones no sean fiables.
Así se lo han explicado hoy en Algeciras al delegado del Gobierno de España en Andalucía, Lucrecio Fernández, durante la reunión el comité de crisis para la búsqueda del pesquero, desaparecido desde el pasado 23 de enero.
En una nota, la Delegación del Gobierno informa de que el dispositivo está formado por algo más de 250 personas, que están buscando el pecio del ‘Rúa Mar’ y a los cuatro pescadores que aún no han aparecido.
El comité de crisis, compuesto por Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Capitanía Marítima y la Subdelegación del Gobierno en Cádiz, ha dado a conocer la interrupción prevista en el operativo mientras dure el temporal.
Como parte del operativo, el buque ‘Clara Campoamor’ cuenta con 26 efectivos de Salvamento Marítimo y del Instituto Español de Oceanografía, que trabajan en la búsqueda submarina.
Se unen así a los casi 50 trabajadores de Sasemar que buscan en superficie con helicóptero, avión, el remolcador ‘SAR Mastelero’, la ‘Guardamar Concepción Arenal’ y las cuatro Salvamar: ‘Gadir’, ‘Arcturus’, ‘Denébola’ y ‘Vega’.
En “perfecta coordinación” con Salvamento Marítimo, 75 guardias civiles complementan la búsqueda en superficie con patrullas de las comandancias de Cádiz y Algeciras, embarcaciones del Servicio Marítimo, la Useci (Unidad de Seguridad Ciudadana), helicópteros y el avión del cuerpo, además de las cámaras del Servicio Integrado de Vigilancia Exterior (SIVE).
La Armada Española ha participado con el BAM (Buque de Acción Marítima) ‘Relámpago’, que ha realizado su labor de búsqueda en superficie con 46 militares que se han unido a los 54 del buque hidrográfico ‘Tofiño’, que llevan días mapeando metro a metro la zona en la que se detectó la señal de la radiobaliza la noche del 23 de enero.
En total, el ROV (robot de exploración subacuática) ha realizado ocho inmersiones, de las cuales tres eran pecios antiguos y el resto, rocas.
La zona es muy compleja por la profundidad con la que se trabaja, de 500 metros, que se unen a fuertes corrientes que complica aún más la labor.
