La baronesa Jolly, de la Cámara Británica de los Lores, asegura que Gibraltar es un "paraíso fiscal" que "sirve de refugio a intermediarios de armas" que eluden el pago de impuestos en Reino Unido a través de empresas pantalla en estos territorios.
Judith Jolly pertenece al Partido Liberal Demócrata del Reino Unido y, como el resto de miembros de la Cámara alta del Parlamento británico, no ha sido elegida por los ciudadanos, sino por designación directa de la Reina Isabel II, en consulta con el primer ministro. Jolly ejerce en la actualidad como portavoz de Defensa de los liberales en esta cámara.
Pese a la intensa campaña desplegada por parte de Gibraltar para que se le deje de considerar un paraíso fiscal (España mantiene al Peñón en su lista), la baronesa Jolly no dudó en referirse a Gibraltar como un paraíso fiscal como, añadió, son también los territorios de las Islas Vírgenes Británicas, Chipre, Hong Kong y Liechtenstein.
Ocurrió el pasado 18 de noviembre, durante el debate de una propuesta de la baronesa Jolly para reforzar los controles sobre los intermediarios de armas a través de un registro que incluya los activos que estos individuos u empresas tengan fuera del Reino Unido.
"La mayoría de los intermediarios de armas británicos son ciudadanos decentes y honestos que han elegido esta profesión particular y que, en su mayoría, pasarían sin duda cualquier examen definido por el Secretario de Estado. Sin embargo, algunos de ellos operan a través de empresas pantalla y trabajan en paraísos fiscales como las Islas Vírgenes Británicas, Chipre, Hong Kong, Liechtenstein o Gibraltar", advirtió la baronesa Jolly en su intervención, que ha recogido Europa Press.
Muy activa en la lucha contra la pobreza y en el voluntariado, Jolly defiende la creación de un registro británico de intermediarios de armas que obligue a estos individuos u compañías a informar de los activos que tengan en el extranjero, como una medida para luchar contra la evasión de impuestos vía paraísos fiscales.
Su iniciativa les obligaría además a pasar un examen de idoneidad, como existe en Estados Unidos o Australia. "Más de 30 industrias en el Reino Unido necesitan registrarse, desde los agentes de seguridad privada a los esteticistas, mientras que quienes hacen millones vendiendo armas, bombas o equipamiento militar no se someten a ese escrutinio", reflexionó Jolly.