Las pesquisas las dirigen el fiscal Stefano Rocco y el adjunto Nello Rossi, se desarrollan en medio de una gran discreción y de momento no hay ningún investigado.
Los fiscales, agregaron las fuentes, intentan desvelar la auténtica titularidad de una o varias cuentas abiertas a nombre del IOR en la ancha calle que une Roma con el Vaticano.
Los investigadores sospechan que detrás de las siglas Instituto para las Obras de la Religión (IOR), “que constituye una pantalla opaca”, según dicen, pueden ocultarse personas físicas o sociedades que a través de esa cuenta “hayan creado un canal para el flujo de recursos entre el banco vaticano e Italia”.