A partir de este miércoles el uso de la mascarilla se ha impuesto como una obligatoriedad en toda Andalucía en espacios públicos, independientemente de si se puede o no mantener la distancia de seguridad de un metro y medio. Con estas nuevas indicaciones por parte de la Junta de Andalucía, la mascarilla será obligatoria en los desplazamientos por la playa, lo que incluye las visitas al chiringuito o los paseos por la orilla. De la misma forma que son necesarias si nos reunimos con personas que no conviven bajo el mismo techo. Sólo están permitido no llevarla para bañarse o tomar el sol (esto último siempre que sea de forma estática y manteniendo el metro y medio protocolario con otras personas).
Aunque el gobierno andaluz considera que esta es la mejor medida para frenar la propagación del virus en la actualidad, lo cierto es que la decisión ha obtenido críticas desde varios sectores. Por ejemplo desde el hostelero. En Cádiz, Antonio de María (presidente de Horeca) ha explicado que “desde que se empezó a hablar hace unos días de la posibilidad de la obligatoriedad se han recibido muchas llamadas, sobre todo por parte de la turoperación alemana que es de las más potentes en la provincia”. Al parecer los turistas “están muy preocupados y nosotros también, que tememos que vaya a haber anulaciones a raíz de esto”.
De María apunta que “tenemos el antecedente de Baleares, que impuso las mascarillas en los paseos por la playa y tuvieron una caida del 20% en las reservas”. El presidente de la patronal espera y solicita “que la Junta de Andalucía rectifique esta medida, porque va a perjudicar al turismo internacional considerablemente”.
No obstante, en este sentido el presidente del gobierno andaluz, Juanma Moreno, ha considerado que “no hay ningún impacto para el turismo” por la obligación del uso de la mascarillas, ni cree que haya cancelaciones; sino, al contrario, ha estimado que “va a ser si cabe un refuerzo a nuestra posición turística”. “Si hay algo que piden y exigen los turistas es seguridad", ha indicado Moreno.
Por esto, el presidente andaluz, “lejos de que se pueda producir un menoscabo para el turismo o una cancelación”, se ha mostrado convencido de que “va a ser un factor más decisivo para que muchos ciudadanos opten por Andalucía como destino seguro”. “No creo que haya problema, sino lo contrario, va a ser si cabe un refuerzo a nuestra posición turística”, ha mantenido.