El siete por ciento de la población ecuatoriana es descendiente de esclavizados africanos llevados allí por colonizadores españoles para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar y en las minas. Una exposición promovida por el Consulado del Ecuador en Málaga, con jurisdicción en Andalucía, y que se exhibirá en Cádiz, recorre su historia, su lucha, su legado y su gloria.
La muestra, titulada ‘Cimarrones’, promovida la Sociedad Municipal Cádiz 2012 (que tiene la gestión de este espacio situado junto a las Puertas de Tierra), se inaugurará el próximo día 27 de septiembre, a las 19:30 horas, en la Galería de Arte Baluarte de San Roque.
La primera constancia en documentos de la presencia de esclavos africanos en tierras de lo que hoy es Ecuador es de 1553. En ese año llega como náufrago a la costa de la [hoy] provincia de Esmeraldas el esclavo Alonso de Illescas, originario de Cabo Verde, quien adopta el apellido de su dueño sevillano. Con una peculiar cultura y una evidente habilidad para la negociación, Illescas toma la tierra que, hasta ese momento, había sido de tribus autóctonas precolombinas. A partir de entonces, bajo su mando, los cimarrones de Esmeraldas repelen hasta 67 incursiones de las tropas españolas. Él y su descendencia nunca pudieron ser sometidos.
Un siglo más tarde, en condiciones completamente diferentes, los religiosos jesuitas y mercedarios empiezan a poblar el Valle del Chota, en la sierra norte de Ecuador, de esclavos destinados a trabajar en las minas y en las plantaciones. Aquellos negros, evangelizados a la fuerza, no conocerían la libertad hasta 1856, con la firma de la Carta de Manumisión.
De esas dos líneas genéticas descienden casi todos los afroecuatorianos que viven hoy en ese país de algo más de 16 millones de habitantes. La exposición que abrirá sus puertas en la galería Baluarte de San Roque y luego recorrerá otros destinos es “un recuento de cómo un pueblo oprimido derramó sangre y lágrimas con ADN africano para marcar un país que nació indio y creció mestizo”, subrayan desde el Consulado del Ecuador en Málaga.
A través de una serie de paneles, la exhibición repasa los hechos y expresiones que componen la esencia de un grupo humano que desde hace cinco siglos ríe, llora, baila y lucha en busca de objetivos muy claros: reconocimiento, justicia y desarrollo. Un clamor que ha sido recogido por la Organización de las Naciones Unidas en su resolución 68/237 con la que proclamó el Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024).
La exposición, que ocupará las dos plantas de la galería, estará abierta hasta el 16 de noviembre. Como itinerará por otros municipios, se ha abierto una cuenta en Instagram para ir informando de manera detallada: @cimarronesexpo.