La madre de uno de los alumnos del colegio de Salesianos en Cádiz de los que supuestamente abusó el exdirector F.J.L.L. ha declarado este martes durante el juicio que su hijo advirtió a otros compañeros tras identificar como de "pederasta" la actitud que con ellos mantenía el acusado, llegando a "buscar en el diccionario" el significado de dicha palabra.
Según su relato, la advertencia de su hijo a otros compañeros llegó a oídos del director, quien llegó a decirle que "no le gustaban los comentarios que iba haciendo", lo que esta madre interpreta como algún tipo de "amenaza".
En cualquier caso, no notó "ni moratones ni un cambio de carácter" en su hijo, que no comenzó a hablar de lo ocurrido hasta después de que los hechos salieran a la luz pública. Ha dicho que, tres años después, "sigue sin gustarle hablar del tema", lo que atribuye a una mezcla de "miedo" y "vergüenza".
Pese a que no percibió un cambio en el comportamiento de su hijo y a que no descendiera su rendimiento escolar, ha criticado que no estuviera al tanto de que el director tuviera la "potestad" de que los niños pudieran ausentarse de clase para ir a su despacho.
En la que es la tercera sesión del juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cádiz contra el exdirector del centro, para quien la Fiscalía pide 38 años de cárcel por presuntos delitos de abusos sexuales y faltas continuadas de lesiones durante los cursos 2011/12 y 2012/13, han prestado declaración seis supuestas víctimas --a puerta cerrada-- y sus progenitores.
SIN REGISTRO DE LAS FALTAS
Los padres han coincidido en que las faltas de asistencia a clase que se producían para, supuestamente, estar en el despacho del director "no estaban registradas" en la plataforma digital para su seguimiento a la que tienen acceso los padres.
Igualmente, han puesto de manifiesto que no recibieron llamada alguna del tutor o de orientadores del centro, incluso en aquellos casos en los que se produjo un descenso del rendimiento escolar de los menores. También han cuestionado que fueran "al despacho del director" en días no lectivos, como "un sábado" o "a las siete o las ocho de la tarde de un viernes".
Aunque, según el testimonio de los padres, algunos niños hablaban de "cosquis y tortazos", los menores "no lo veían con malicia entonces" y entendían esta situación como "un juego", pues iban varios juntos al despacho, donde jugaban, utilizaban el ordenador o incluso obtenían "dinero para chucherías".
La mayoría de los padres ha manifestado que supo de los hechos después de que salieran a la luz pública y fueran citados a declarar a la Comisaría, tras lo que han ido "sacando información" a sus hijos.
La única excepción ha sido la de un padre que ha relatado que su hijo le comentó el tema días antes de que se interpusiera por parte de la familia de un compañero la denuncia que ha dado pie a este procedimiento.
Según este padre, su hijo le contó que el entonces director del centro "sacaba a todo el que no quería estar en clase o hacer un examen". Una vez en su despacho, hablaba de "cates y golpes que empezaron de broma y terminaron siendo más fuertes". Asimismo, le relató que a un compañero suyo le había "quitado vello púbico".
El padre ha dicho que se quedó "perplejo" y "no daba crédito" a lo que le estaba contando, motivo por el que quiso ir a hablar con el jefe de estudios, si bien desistió de hacerlo debido a que su hijo se puso "muy alterado" temiendo que fueran a acusarle de "chivato".
A preguntas del abogado de la defensa, este testigo ha señalado que es vecino de la familia del menor que interpuso la denuncia inicial --cuya madre y tío fueron condenados por agredir al acusado--, con quienes ha reconocido que "comentó el procedimiento", pero después de que la denuncia fuera interpuesta.
En este sentido, y aunque ha dicho que fue tras acudir a la Comisaría cuando empezó a "enterase de más cosas", ha incidido en que su hijo le puso al tanto de los supuestos comportamientos irregulares "antes de la denuncia".
El juicio continuará este miércoles con la declaración de más padres y menores, habiendo comparecido hasta el momento 13 de los 27 exalumnos del acusado que han sido citados. A lo largo de las nueve sesiones previstas, el tribunal escuchará el testimonio de un total de 73 testigos. El acusado, que declaró en la primera sesión del juicio, negó todos los hechos de los que se le acusan.