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Ir al baño abrazadas, por pasillos sin luz, y con cubos de agua... el drama de las trabajadoras del Rey de Oros

Algunas llevan 40 años ligadas a la empresa conservera. Hablamos con las trabajadoras del Rey de Oros, la mayoría despedidas, otras readmitidas pero sufriendo situaciones esperpénticas. Por ejemplo, para ir al baño, van abrazadas por oscuros pasillos y con cubos de agua. Pasen y lean....

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  • Empleadas del Rey de Oros -

Lo que se está viviendo alrededor de la compra-venta de la conservera barbateña El Rey de Oros además de un esperpento, es un verdadero drama, sobre todo para sus empleados. Las informaciones que se publican, a veces contradictorias, parecen aclararse y todo indica que detrás de la empresa que se ha hecho con la fábrica hay un empresario con dudosas intenciones, sobre todo si nos atenemos a su pasado.

Para conocer cómo están viviendo esta situación, este medio mantuvo un encuentro con las mujeres que más están sufriendo y padeciendo esta situación. Son 13 mujeres que comenzaron a trabajar en El Rey de Oros siendo muy jóvenes, tanto que algunas han cumplido ahora 40 años en la empresa, mientras que las que menos tiempo llevan rondan los 15 años como empleadas de la conservera. 

Son 13 mujeres, 9 de ellas tienen ya la sentencia de ejecución con indemnizaciones que oscilan entre los 10.000 y los 43.000 euros; y las 4 restantes tienen la sentencia firme con indemnización o readmisión, habiendo sido llamadas para trabajar (dejando en suspense así la sentencia) por periodos de unos 40 días en algunos de los casos y de 2 meses en otros. Pero para las que se reincorporaron  su trabajo en la conservera, tristemente, consiste en estar en la fábrica sin luz, sin agua y sin trabajo.

“Nos daban unos estuches para pegar de El Rey de Oros que sabemos que eran para tirarlos posteriormente”, indica a este medio una de ellas. El esperpento lo encontramos en declaraciones como que cuando alguna tenía que ir al servicio “teníamos que ir abrazadas por los oscuros pasillos desde los vestuarios hasta las salas y portando cubos de agua para ir al baño”.

Desesperadas por las situaciones que estaban viviendo las últimas trabajadoras de El Rey de Oros, en octubre del pasado año 2015 recibieron la gran noticia de que “había un inversor interesado en adquirir la fábrica, un grupo empresarial muy fuerte, con liquidez y muy buenas intenciones que iba a crear muchos puestos de trabajo”. Grupo Iniesta, Iniesta Fruit o Iniesta Alimentación, según sea las fuentes. Un grupo que llegó a Barbate de la mano del empresario Blas Fernando Gracia, actual gerente de la conservera y que desde el primer día inició una campaña de confusión para que se pensara que detrás de la compra estaba Bodegas Iniesta, propiedad del jugador de fútbol Andrés Iniesta. Algo que en un principio casi todo el mundo creyó.

“A nosotras no nos dijeron nada, pero a otros trabajadores sí les mencionaron el nombre de Andrés Iniesta e incluso que iban a traer balones y camisetas firmadas para dar mayor promoción a la marca”, indica una de las extrabajadoras. Y sí, para todas ellas era una buena noticia porque desde 2008, año en el que se trabajaron unos 11 meses, las temporadas de trabajo habían ido disminuyendo en la fábrica hasta llegar a los 74 días anuales que se trabajaron en 2014. Fue ese año, “cuando nos echaron y nos dijeron: os vais una semanita de vacaciones… y todavía estamos esperando”. La semana de vacaciones se hizo casi eterna.

Regresamos a octubre de 2015, cuando llegó una supuesta ráfaga de esperanza tras la llegada a Barbate de una empresa que decía estar dispuesta a relanzar la marca El Rey de Oros y devolver la actividad a la conservera. Esperanza y alegría que les duró poco, muy poco, ya que “en cuanto fuimos readmitidas y vimos que pasaban los días y no había actividad ninguna en la fábrica, nos vinimos abajo de nuevo”. A todo ello hay que añadir que tal y como nos relatan estas mujeres, fueron readmitidas sin cobrar ni la indemnización, ni el salario que les correspondía.

Meses después, lo que desean, aunque “con pocas esperanzas”, es que el nuevo gerente, Blas Fernando Gracia, cumpla con la empresa y con los trabajadores y trabajadoras. Pero viendo las últimas noticias alrededor del mismo, parece complicado. Su pasado es cuanto menos oscuro.

Las trabajadoras del Rey de Oros reiteran con rotundidad y con un poco de rabia que “es nuestro trabajo, es nuestra vida, y vamos a luchar hasta el final por lo que es nuestro”. Y es que dada la situación a la que se están enfrentando, hacen un llamamiento a través de este medio es necesitan “el apoyo de todos”, en referencia a vecinos, ayuntamiento y resto de instituciones públicas y privadas del municipio.

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