La mayoría de las 2.362 denuncias tramitadas por la Agencia se referían al sector de las telecomunicaciones, a las entidades financieras y a los sistemas de videovigilancia (en este caso las reclamaciones se han triplicado en un año).
Las quejas en telecomunicaciones denunciaban principalmente la recepción de spam (publicidad no deseada) telefónico, la adhesión a servicios de coste adicional sin consentimiento del cliente o las dificultades para darse de baja en algunas operadoras.
En el sector bancario, la mayor parte de las reclamaciones se referían a la inclusión en ficheros de morosidad y a problemas de incumplimiento del deber del secreto con el cliente.
Las denuncias sobre los sistemas de videovigilancia advertían de intromisiones en la intimidad y en la privacidad de los ciudadanos en lugares privados (hoteles o tiendas) o centros de trabajo.
Como resultado de estas quejas, en 2008 la Agencia de Protección de Datos inició un 58% más de procedimientos sancionadores que un año antes y recaudó 22,6 millones de euros en multas (el 75% de ellas por sanciones graves).