Las calles de la capital gaditana amanecieron algo más sucias en el segundo día de huelga de basuras, pero sin que se pueda hablar todavía de suciedad. Los comerciantes y hosteleros se están encargando de que el impacto de la huelga sea el mínimo, evitando que se acumulen las bolsas de basura en los contenedores próximos a sus locales.
La empresa Sufi Cointer, concesionaria del servicio de limpieza y recogida de basura en la capital gaditana, ha informado este jueves de que la convocatoria de huelga ha sido denunciada en el centro de arbitraje porque, según señala, el traslado de fecha de la huelga no se ha comunicado a la empresa "ni en tiempo, ni en forma", es mas, asegura que "no existe comunicación de ninguna entidad oficial al respecto".
A través de un comunicado, la empresa precisa que la denuncia ante el centro de arbitraje es "de obligado cumplimiento antes de hacerlo en los juzgados", por lo que entiende que "la minoritaria parte de la plantilla que coacciona al resto se puede encontrar, en breve plazo, que la huelga sea declarada ilegal". En ese caso, advierten de que la empresa "tomará las medidas que legalmente le asistan ante las numerosas denuncias de coacciones y amenazas que, a día de hoy, obran en su poder".
Al hilo, apuntan que "la mayoría" de la plantilla acudió este miércoles a trabajar "impidiéndoselo la minoría, formada incluso por personal ajeno a la empresa, que está a favor de la huelga bajo amenazas graves y coacciones". Así, instan a los trabajadores que quieran trabajar a que lo hagan, "porque pueden y deben hacerlo", entendiendo que "el resto" deben "respetarles" este derecho, algo que "hasta el día de hoy no está sucediendo porque está siendo vulnerado por parte de unos pocos", añaden.
Reiteran que la empresa "respeta escrupulosamente la legalidad" y consideran que "lo único válido" para la convocatoria de una huelga es una asamblea de sus trabajadores "donde se pueda ejercitar el derecho al voto libremente y sin coacciones a la plantilla". En este sentido, precisan que esa asamblea "se celebró, comunicándose oficialmente el resultado: 169 votos contrarios a la huelga y 20 votos a favor".
Por ello, creen que es "deber" de las centrales sindicales "respetar la decisión de la amplia mayoría de la plantilla" y les instan a explicar, en este caso, "porqué no lo hacen".
Finalmente, señalan que los trabajadores despedidos --que llevan 24 días en huelga de hambre-- "tienen a su alcance todas las medidas legales que nuestro sistema jurídico otorga y es lo que los sindicatos deben facilitarles".
