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Cádiz

Reclamación a la Guardia Civil por “abuso de autoridad”

Un ciudadano se queja del trato recibido por dos agentes de la Benemérita en el puente Carranza. Le pusieron una denuncia por obstaculizar el tráfico “habiendo tres vehículos más delante”. Pretende que las actitudes intimidatorias no vuelvan a darse

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Andaluc�a Informaci�nPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
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  • A principios de semana ha comenzado el Plan de Tráfico especial con motivo del verano.

 Ir al trabajo muchas veces puede suponer un problema para algunas. Máxime cuando hay coger el coche y meterse en carreteras. Eso debió pensar Ricardo de la Vega, un gaditano de 40 años que, como cada mañana, sobre las 6.45 horas, se encontraba atascado en el kilómetro 4 de la N-433, en la bajada del puente Carranza, esperando el tráfico que había para entrar en el Trocadero.

Él, que seguía dirección Sevilla, se mantuvo en el carril de la izquierda hasta que, “de repente,” un vehículo de la Guardia Civil comenzó a “hacer ráfagas”. El conductor, según cuenta, se apartó a la derecha para dejar el camino libre, pero su sorpresa fue que la benemérita activó las luces de emergencia y obligó al conductor a desplazarse al arcén. “Lo primero es que no me dieron ni los buenos días, sino que me gritaron”, detalla un ciudadano indignado, prosiguiendo que “me dijeron que si a mí no me habían enseñado en la academia que se debe circular por la derecha”.

El ciudadano intentó explicarles que iba en dirección a Sevilla y que por eso iba por ese carril, además, “lo hacía detrás de varios vehículos que me precedían”, dando a entender que no era el único. Sin más palabras, al conductor se le requirió, “con muy malos modos”, la documentación. Una vez comprado que “todo estaba en orden”, le pusieron una denuncia por “obstaculizar el tráfico”.


El conductor, pese a que no estaba de acuerdo, no puso resistencia (aunque en la denuncia dice que no quiso firmar) y se preparó para incorporarse al carril. Un segundo agente le increpó nuevamente, “diciendo que tenía que incorporarse cuando él (el agente) quisiera y que lo tenía que hacer antes de contar hasta tres”. El gaditano cita que se quedó perplejo y “ante el miedo que pudiera ser peor”, salió corriendo antes de acabar de contar, denunciando que “en ningún momento me facilitaron la incorporación al tráfico rodado”.

Denuncias expuestas
Una vez de vuelta a Cádiz, tras su jornada laboral, con el susto y la indignación en el cuerpo, el ciudadano acudió a la Comandancia de San Severiano para poner una reclamación y explicar lo ocurrido. “Allí me derivaron a la oficina en la Zona Franca”, donde expuso su queja.
De la Vega entiende que “no puedo generalizar, porque yo no tengo esa concesión de la Guardia Civil”, pero sí concreta que “estos agentes llegaron incluso a rozar el abuso de autoridad” y tuvieron “un trato denigrante”.

Con todo esto, lo que pretende el ciudadano es que “no le ocurra a otra gente, porque esa actitud es más propia de otro tiempo”. En la reclamación que hace a la Guardia Civil describe que “las medidas adoptadas se acercan más a un trato vejatorio y un abuso de autoridad”. Por otra parte sabe que “la multa de 200 euros no me la van a quitar, pero, al menos, que le de desde Subdelegación un toque de atención”.                                                                                                                                                                                                                                             

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