Una red de brazos para proteger a las mujeres víctimas del maltrato

Publicado: 15/01/2023
Viogén contabiliza 3.536 casos activos de violencia de género en la provincia de Cádiz. Para proteger a la víctima y controlar al agresor, es preciso denunciar
Manuel Barranco trabaja a diario con casos de violencia de género. “Lo peor es el miedo, es lo que frena todo. Y, frente al miedo, lo que tienen que saber las víctimas es que hay unos brazos dispuestas a ayudarlas, a sostenerlas y a acompañarlas”. Él es el jefe de la unidad contra la violencia de género de la Subdelegación del Gobierno y esos brazos a los que se refiere también tienen un nombre, es el sistema Viogén, que contabiliza 3.526 casos activos solo en la provincia de Cádiz.

El sistema Viogén registra toda actividad conocida relacionada con la violencia de género. Su principal misión es proteger a la víctima y controlar al agresor. Ese registro comienza con una denuncia. A esa información tienen acceso las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, jueces, fiscales y personal del Instituto Andaluz de la Mujer. “Todo el que accede a ese sistema deja una huella de su consulta, de forma que todo está controlado y auditado para que se haga un buen uso de esa información”, aclara Barranco.

Este sistema de protección abarca a más de 400 profesionales en la provincia, entre agentes de seguridad y personal de la justicia. “Su trabajo va desde la recogida de la denuncia, la valoración del riesgo, el establecimiento de medidas de control, a la protección activa”, señala el jefe de la Unidad de la Subdelegación del Gobierno. Según detalla, hay varios niveles de alerta. El riesgo extremo conlleva que la víctima contará con una patrulla de la Policía o la Guardia Civil las 24 horas en su domicilio. El medio establece un rastreo y seguimiento mediante llamadas puntuales, y acompañamiento físico en determinados momentos, como los juzgados. El nivel de riesgo no apreciado supone no situar ninguna medida activa de protección.

Ese nivel de riesgo se va actualizando porque el registro del sistema Viogén es muy fluctuante. “Es un sistema muy vivo”, define Barranco, “puesto que conlleva un plan personalizado y muy actualizado”. Por ejemplo, se puede pasar del riesgo no apreciado al extremo, en cuanto el agresor sale de prisión. “El estatuto de la víctima establece que si un autor del delito sale de la cárcel se le debe comunicar esa nueva situación, y, de forma automática, el sistema avisa a los agentes protectores”.

3.526 casos de violencia de género están activos en la provincia de Cádiz, aunque este número va fluctuando. “Es un dato que va en aumento, lo que, por un lado, es malo porque nos dice que hay más situaciones de maltrato, pero también es bueno porque gracias a que los casos estén activos se permite que haya más medidas de protección”. Con todo, Barranco señala datos de la Secretaría de Estado de Seguridad, que revelan que solo un 15 por ciento de los casos que existen son denunciados, y, por tanto, entran al sistema Viogén. Un 85 por ciento sigue oculto.

“Encontrarse en el sistema da seguridad implica que tienes protección, acompañamiento y una localización, que te acompaña si acudes a otra localidad o a otra comunidad autónoma”. Viogén protege a la víctima y también controla al autor de la violencia de género. El agresor puede ser llamado por el agente protector si se sabe que ha molestado a la víctima, se analiza si ha podido quebrantar la condena, y se pueden imponer medidas judiciales como el control telemático por pulsera que sirve para controlar que se cumplen las órdenes de alejamiento.”Si se acerca a menos de la distancia indicada, salta la alarma, que nosotros llamamos Cometa”.

Barranco se ha enfrentado esta semana al primer crimen machista ocurrido en la provincia de Cádiz desde 2021, ya que en 2022 no se registró ninguna víctima mortal de violencia de género. El asesinato de Eva Aza en El Puerto ha vuelto a remover la conciencia sobre esta lacra, que batió récords en diciembre en España y ha comenzado también con graves cifras en enero. Eva no había denunciado nunca a su asesino confeso, y, por tanto, no constaba su caso en el sistema Viogén.

“Una persona que sufre un maltrato físico o psicológico necesita un acompañamiento, necesita alguien cercano, que le sirva de apoyo”, explica Barranco. Los brazos metafóricos y literales a los que se refiere. Pone como ejemplos el 016, número al que se puede llamar sin que conste en la factura. O los centros municipales de información de la mujer. También las asesorías jurídicas de asociaciones. O las propias jefaturas o comisarías. O los centros de salud, donde hay profesionales de Trabajo Social con formación en esta materia. Barranco pide a las víctimas “que no tengan miedo. Deben saber que hay un sistema que es conocedor de su circunstancias, que las va a acompañar”. Porque se tiene menos miedo cuando tienes a alguien al que coger del brazo.

 

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