La nota predominante fue la normalidad durante los primeros días de feria, cambiando la tónica el sábado, donde la afluencia de gente al Real se notó también en la demanda asistencial y donde hubo momentos en que las tres ambulancias que tenía Cruz Roja en el Real estaban atendiendo alguna urgencia.
Significativo y a la vez preocupante fue el incremento de asistencias a menores con síntomas de intoxicación etílica o de algún tipo de estupefacientes. Varios de estos casos tuvieron que ser trasladados al Hospital Comarcal de Antequera.
La novedad de este año fue una iniciativa que parte directamente del área de Cruz Roja Juventud y que consistió en el suministro a los padres con hijos pequeños de unas pulseras identificativas, de pegatina, con el teléfono paterno con el fin de identificar rápidamente a aquellos menores que se suelen perder a causa del bullicio de la feria. La iniciativa tuvo una gran aceptación ante los padres y la actividad estuvo gestionada por los más jóvenes de la asamblea comarcal.
La Asamblea de Antequera contó este año, además, con la colaboración de la de Málaga.