El Ayuntamiento de Arcos ha descartado la fórmula para terminar la obra de la piscina cubierta climatizada mediante la participación de una empresa privada. Finalmente, se aprobará en breve una modificación presupuestaria que permitirá que sea el propio Ayuntamiento el que ejecute los trabajos, con lo cual, la empresa que teóricamente gestione la piscina no tendría que realizar la importante inversión que requiere la conclusión de la infraestructura situada junto al campo municipal de fútbol Antonio Barbadillo.
El equipo de Gobierno llevará a cabo una nueva modificación ante la imposibilidad de aprobar a corto plazo un presupuesto general, ya que a éste hay que ir incorporándole paulatinamente el reconocimiento de los 31 millones de deuda sin contabilizar con la Seguridad Social y Hacienda.
A pesar de la situación financiera, el alcalde Isidoro Gambín insiste en que la terminación de la piscina y el arreglo de la avenida Muñoz Vázquez serán las prioridades. La segunda de las obras necesita alrededor de un millón de euros.
Así las cosas, el equipo de Gobierno, en este mismo año, modificará el Presupuesto prorrogado desde el anterior mandato, para así licitar la obra para finalizar las instalaciones de la piscina que de momento sigue siendo un esqueleto de pilares.
Gambín entiende que la situación económica del Ayuntamiento es mejor, pero no para tirar cohetes, pero avanza que la terminación de la obra se podría ejecutar en dos anualidades, “con toda la prudencia posible”, insiste. Una vez realizadas las obras, el Ayuntamiento estudiaría si gestionarla directamente o dejar la explotación en manos de una empresa privada. Esta segunda opción es por la que se han inclinado otros municipios con este tipo de infraestructuras para el deporte y el uso terapéutico. Gambín admite que este proyecto reviste especial interés para la población de Arcos en general.
