Se celebró el pasado viernes 7 de julio la II Quedada Manuel Jesús Moya, consistente en un recorrido por las inmediaciones de Arcos de la Frontera en el que participaron unas 75 personas, 60 de ellas corriendo, 10 haciendo senderismo y otras cinco o seis en bicicleta.
Las sensaciones generales fueron muy buenas ya que todo el mundo disfrutó del recorrido y en todo momento se registró una gran armonía entre los participantes, reinando la amistad entre todos ellos. En la convivencia con los familiares se reunieron muchas más personas de las esperadas. Los impulsores de la iniciativa se habían propuesto varios objetivos, entre ellos, atraer al mayor número de mujeres posible teniendo en cuenta la gran cantidad de féminas que recorren diariamente el canal de Confederación para realizar sus caminatas y ejercicios, pero que no se atrevían a dar el paso de entrenar en una compañía más numerosa por distintas razones, pero al término de la reunión atlética manifestaron haberlo pasado muy bien y con enormes ganas de repetir la experiencia.
En cuanto a la recaudación de alimentos para Cáritas Parroquial de San Francisco, también se logró la meta propuesta, recibiendo la felicitación por parte de la entidad social que la organización del evento hace extensiva a todas aquellas personas que aportaron su ayuda en forma de comida no perecedera para los más necesitados.
La zona que los corredores y caminantes agradecieron con más interés al llegar a ella fue la del puente de Angorrilla donde, sin que lo supieran, se había preparado un avituallamiento en forma de refrigerio en el ecuador del camino, algo que nadie esperaba porque el agua fresca estaba escondida entre las cañas de la ribera del río, lo que provocó la alegría de todos ya que nadie imaginaba lo que se tenía preparado, un avituallamiento en una quedada. Allí se esperó a los rezagados durante un breve espacio de tiempo, continuando la marcha hasta llegar a la Peña, donde la imagen no podía ser más bella al contemplarse la luna llena en ese lugar tan emblemático de Arcos.
El siguiente proyecto que tiene pensado tanto Manuel Jesús Moya como sus colaboradores está previsto para mediados del mes de agosto, en donde se llevará a cabo una quedada para pequeños deportistas pero sin realizar carrera continua para no sobrecargar de esfuerzo a los chavales, sustituyéndola por actividades lúdicas donde el juego será el principal objetivo y el atletismo el deporte escogido, pero siempre con el juego como excusa y motivación. “Nosotros lo que queremos es que la gente quede contenta. Tanto el grupo de compañeros como la familia al completo ayudamos en la organización de estos actos. Es algo que nos gusta y por eso los ponemos en marcha. Con solo decirnos el otro día que habían disfrutado de lo lindo, ya tenemos nosotros el objetivo cumplido. Nosotros no queremos competición y el que venga a competir que se olvide. Cada día iremos buscando recorridos nuevos para que los asistentes no se aburran y para que vayan conociendo lugares de Arcos por los que nunca han pasado anteriormente para que puedan disfrutar de su pueblo y del atletismo sin demasiado esfuerzo”, explicó Manuel Jesús Moya una vez concluida la II Quedada que lleva su nombre, artífice de una idea que va cuajando poco a poco entre los numerosos aficionados al atletismo y al senderismo en Arcos de la Frontera y que ahora ya cuentan con otra opción para ponerse en marcha y que tiene, a su vez, un marcado acento de ayuda humanitaria.