María Elena Miras Quero es con toda probabilidad uno de los mayores valores del Partido Popular (PP) arcense. Militante infatigable desde los primeros tiempos del partido, todos los alcaldes y candidatos de su partido siempre han contado con ella para trabajar en el terreno del empleo. Su experiencia como delegada de Fomento en los años del gobierno de Juan Manuel Armario fueron esenciales para que la concejal haya adquirido gran conocimiento en el campo de la gestión del empleo y la formación. De hecho, su trabajo municipal ha estado vinculado a este tema que gana importancia en estos tiempos al ser el empleo un bien escaso al que, por desgracia, no todas las personas pueden acceder.
¡Cuántas elecciones ya! Me imagino que ya ni se alterará, que en su caso es un trámite más en la vida… ¿Cómo se siente en este preámbulo electoral, con triple cita este año en las urnas?
—Triple cita, demasiado seguidas. Hay que trabajar por los ciudadanos y no pensar sólo en campaña. No podemos estar dos meses de campaña. El trabajo tiene que salir y los despacho ocupados, atender a la gente...
¿Es usted de las sorprendidas todavía por el adelanto electoral en Andalucía? ¿Qué opinión le merece que no se hayan solapado las municipales y las autonómicas entre las que apenas discurrirá un mes?
—Es un gasto de dinero inútil, no sé en qué pensaba Susana Díaz. Con el mismo dinero se hubieran hecho las dos campañas. La presidenta andaluza estará dos meses y medio en las calles, pero eso no es trabajo. Las autonómicas y las municipales tendrían que haber coincidido. Lo demás es una equivocación. Respecto al resultado electoral, parece ser que nadie obtendría la mayoría absoluta, pero yo confío en que sea del PP. Hay que saber gobernar y no ser prepotente. Lo importante es que los temas salgan adelante.
¿Confía plenamente en un triunfo popular ‘histórico’ en Andalucía o se declinaría por lo que dicen las encuestas, es decir, que ganarían los socialistas pero sin mayoría absoluta?
—Susana Díaz ha salido a la calle para estar cerca de la gente, pero sin exponer nada. Eso está muy bien la primera semana, pero la gente ya le está pidiendo respuestas. El pueblo es el que padece el adelanto electoral. Mientras tanto, la gestión está paralizada. Me reitero en que espero que gane el PP. En cuanto al PSOE, no sé si pactará o no, posiblemente con el fin de impedir que gobierne el PP. Dándole palmaditas en la espalda a la gente no se resuelven los problemas de Andalucía.
Respecto a las elecciones generales que viviremos a finales de año, ¿diría usted que la sociedad española ha encajado el mensaje del presidente Rajoy sobre la necesidad de aplicar políticas austeras para llegar a donde hemos llegado…? ¿Sigue usted viendo a Rajoy como presidente de los españoles?
—Lo sigo viendo de presidente para cuatro años y para cuatro más. Si no se aplican esas políticas austeras no estaríamos donde estamos. Lo mismo ocurrió en el Ayuntamiento de Arcos: cuando entramos pagando muchas deudas y ocupándonos de los gastos no justificados. Para que haya políticas sociales, antes tiene que haber políticas económicas. Una buena gestión económica lleva a las políticas sociales. El PSOE sacó la Ley de Dependencia sin soporte económico, por ejemplo. Rajoy se encontró un país arruinado, como nosotros nos encontramos arruinado el Ayuntamiento.
Pero a usted lo que le apasiona es Arcos, su ciudad de acogida. ¿Cómo analizaría la campaña electoral que, en el caso de las municipales, también está a la vuelta de la esquina? Serán al menos siete las candidaturas las que optan al gobierno de la ciudad? ¿Cree que será cosa de tres como ya ocurrió en las últimas de 2011 o piensa que el resto de partidos tienen algo que decir en estos comicios?
—La diversidad de partido no es malo. Debe existir la oposición, siempre y cuando se trabaje responsablemente. Lo que no se puede hacer es sacar uno o dos concejales, irse a su casa, no ir a los plenos... Hay que trabajar dentro de esa tarea de fiscalización. Se gobernaría mejor con una buena oposición. Si se repite el mismo escenario político, no sería malo. Arcos ha avanzado mucho estos cuatro años y eso hay que valorarlo. No obstante, espero que gane mi partido y con mayoría. Pero, bueno, el pueblo lo dirá.
¿Con qué bagaje se presenta el PP en estas municipales? ¿Considera que se han hecho los deberes o siempre queda algo en el tintero?
—Los deberes se han hecho en un noventa por ciento. Nos encontramos una situación muy difícil. Durante dos años, todo ha sido expedientes de reintegro y pagar deudas. A pesar de eso, el PP ha cumplido el noventa por ciento de su programa. No se hace más porque no hay tiempo. Traer grandes proyectos cuesta trabajo. Nos ha tocado el peor tiempo, con un ayuntamiento endeudado con los proveedores... Teníamos que resolver esa situación. Y si para colmo se ha cumplido ese noventa por ciento, creo que no ha estado mal. Se han quedado en el tintero muchas cosas: hay que terminar el edificio Emprendedores totalmente, por citar un ejemplo.
En su caso, como delegada de Impulso Económico y Desarrollo Local, ha dirigido una de las delegaciones más importantes por su trascendencia en estos tiempos. Aunque, evidentemente, el Ayuntamiento no tenga las políticas activas de empleo, ¿considera que se ha ayudado de algún modo a crear puestos de trabajo?
—Hemos ayudado no sólo con los planes de empleo, sino con otras medidas dirigidas, por ejemplo, a las pymes. Nos hemos preocupado muchísimo de la formación porque es la mejor manera de ayudar a encontrar un empleo; hacerle un seguimiento al parado, darle charlas, hacerle un acompañamiento profesional y laboral, estudiar con qué ayudas puede contar como empresario... Todo eso, a la larga, crea puestos de trabajo. También es cierto que tenemos muy buenos técnicos, y la Delegación funciona por el personal que tiene. En la parte que me corresponde, creo que he sabido mimar al personal y especializarlo. En mi Delegación no todo el mundo lleva todo, sino cada uno una parte de la que se responsabiliza. El seguimiento de los expedientes de los desempleados y de las empresas debe ser escrupuloso. Los técnicos montan un expediente en 24 horas y eso es complicado. La organización del trabajo a las ocho de la mañana es clave.
Crece Empleo, 30 Plus, Emplea Joven, Profea… son nombres de programas de empleo que ya nos resultan familiares. ¿Han sido suficientes para mitigar el grave problema que supone en Arcos la falta de empleo?
—Dos meses de trabajo a una persona no le resuelve la vida. Hay que traer grandes proyectos de empleo e inversiones, promocionar el turismo... y crear empleo estable. No obstante, hay una serie de proyectos presentados en el Ayuntamiento que ojalá salgan adelante y creen empleo. De todos modos, es mejor hacer un contrato de quince días que darle a un parado el dinero y que se vaya a su casa. A cambio del salario presta un servicio a la comunidad.
Durante su trayectoria política ha expresado en un especial interés por todo lo que ha significado el edificio Emprendedores y el Instituto Campo Vidal como motores del empleo. ¿Cuáles son ahora sus sentimientos hacia ese emblemático edificio que poco a poco se va terminando, lo cual no es fácil debido a sus proporciones?
—El día que se termine el edificio Emprendedores será la joya del Ayuntamiento. Costará trabajo, pero se ha avanzado mucho desde que Juan Manuel Armario puso la primera piedra. Todavía recuerdo cuando la Junta no nos dejaba derribar el antiguo matadero porque decía que era patrimonio histórico, cuando lo que allí había eran ratas. Mientras pueda seguiré luchando por él.