Siete años después, un equipo de balonmano de Antequera volverá jugar en la segunda categoría nacional. Y siete años después la ciudad del Torcal vuelve a vivir un ascenso con este deporte con el que siempre ha tenido una comunión especial. En aquella ocasión fue el desaparecido Balonmano Antequera, con Antonio Carlos Ortega a la cabeza, el que subía a la Liga Asobal tras apabullar al Costa Blanca en casa y aprovecharse de la derrota de Pozoblanco. Muy especial fue aquella tarde-noche del 22 de abril de 2006, y no menos especial será ésta para varios jugadores que repiten ascenso: Nacho Vico, Alexis Rodríguez, Xavi Bertos y Quino Soler, desde la pista en aquel momento y no en el banquillo como ahora.
Pero este nuevo ascenso tiene otro aspecto que lo hace también muy especial: la aportación de la cantera. Jugadores como Francis Morales, Diego Bros o Luis Olmedo en la portería no sólo se han limitado a completar al equipo, sino a ser parte directa de este logro, aportando en momentos clave del primer y último encuentro.De hecho, una parada de Olmedo a falta de menos de tres minutos para el final dio oxígeno al Antequera, que vio como Chapela había dejado en dos goles la renta de nueve tantos con el que acabaron los locales la primera parte (21-12).
Primera parte intensa
Los de Lorenzo Ruiz y Quino Soler dejaron en el vestuario los nervios y el 'palo' recibido doce horas antes con la contudente victoria del filial de Granollers (32-41). El equipo salió con la intensidad que se esperaba para lograr el ascenso, y a los cinco minutos ya ganaba 4 a 1.
Chapela no quería ser el combidado de piedra en la fiesta antequerano, y comenzó apretar en defensa para ir poco a poco recortando las diferencias. Eso sí, en ningún momento supo consolidar la remontada y siempre se quedó por debajo en el marcador.
Tampoco ayudó la roja a Cuadrado en el minuto 24. Los nervios de unos y otros comenzaron a florecer, e incluso en la grada, que increpó al jugador expulsado. Éste respondió y su banquillo saltó como un resorte, obligando a la mesa técnica a actuar para pedir calma, e incluso obligar a la presecia de la Policía para tranquilizar los ánimos.
Ansiedad y final de infarto
Y con calma arrancó la segunda parte. El Meridiano comenzó a realizar ataques más largo y pausados. El tiempo corría a su favor.
Chapela cambió de táctica defensiva y pasó a 5-1, presionando a Carlos Aguilar en el centro e incluso a Alexis en su lateral; y funcionó.
La defensa gallega se convirtió en un muro, y Sánchez Florido desde el extremo y Martínez Ferreria asumieron el peso del ataque. Un parcial de 0-4 dejaba el marcador con 27-20 a falta de diez minutos para el final daba alas a los visitantes. Alexis cortó la racha, pero el gol no paró a Chapela que entró en un intercambio de goles.
Quedaban seis minutos, y de continuar esa tónica el Antequera tenía el ascenso en el bolsillo, pero el balón dejó de entrar en la portería visitante. La ansiedad aperció en el cuadro antequerano, y los nervios dejaban al balón en manos del rival cuando antes era gol. (30-28 min. 57). Vico, perfecto desde los 7 metros, lograba su noveno gol, y Luis con su parada hizo levantar al Fernando Argüelles que respiró aliviado y comenzó a festejar el segundo ascenso del balonmano en Antequera.
