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El Zoo trabaja en un nuevo proyecto de cría en cautividad

El Zoo está experimentando con éxito con la cría de torillos asiáticos

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  • Imagen de un torillo andaluz
  • Trata de prepararse para la reintroducción del torillo andaluz
  • Se trata de un ave que se considera extinta en Andalucía desde hace sólo unos años
El Zoobotánico de Jerez afronta un nuevo reto científico y conservacionista con el futuro intento de lograr la primera reproducción en cautividad del ‘torillo andaluz’, un ave que se considera extinta en la Península desde hace escasos años y de la que sobreviven algunos ejemplares en Marruecos.

El biólogo conservador del Zoobotánico, Íñigo Sánchez García, ha señalado, en una entrevista con la Agencia EFE, que, al igual que hicieron con otras especies en peligro de extinción, como el lince ibérico, los técnicos intentarán la reproducción en cautividad de especies similares al torillo andaluz para luego conseguirla con la subespecie que habita en Marruecos, genéticamente muy similar a la desaparecida en la Península.

La desaparición del torillo andaluz, ave de pequeño tamaño, similar a una codorniz, muy difícil de observar por su comportamiento nocturno y huidizo, no sólo supondría la pérdida de una especie de ave, sino de todo un genero ornitológico, del que este pájaro era el último representante.

Adquirir experiencia

Para preparar el futuro proyecto, aún en fase muy embrionaria y pendiente de acuerdos de carácter político que permitan traer ejemplares o huevos de Marruecos, el Zoo, tal y como explicó a este periódico Íñigo Sánchez, está trabajando la reproducción en cautividad del torillo batallador (Turnix suscitator), especie asiática que no está amenazada.

Tal y como informó Sánchez -y está recogido en las noticias facilitadas por el Zoo el año pasado- en febrero de 2008 el Zoo obtuvo 6 torillos batalladores criados en cautividad en el Zoo de Praga (República Checa) y, a pesar de que poco después de llegar comenzaron a poner huevos, no fue hasta finales del verano y el otoño (de 2008) cuando se pudo criar con éxito los primeros pollos, manteniendo a los ejemplares reproductores en las instalaciones de cría ubicadas en la zona AREA (Área de Reproducción de Especies Amenazas) en la que tienen más tranquilidad al estar a espaldas al público.

El torillo andaluz (Turnix sylvatica) es una de las desapariciones más recientes de la fauna ibérica. Esta pequeña ave, de aspecto parecido a una codorniz, vivió en el Suroeste de la Península Ibérica hasta fechas recientes, pero la caza abusiva y otros factores desconocidos la llevaron a la extinción. En la pasada década se observaron los últimos ejemplares en el entorno de Doñana.

Íñigo Sánchez explicó también que si bien es cierto que hay una cita de un ejemplar de esta especie en Almería en el año 2004, que se ha considerado válida, su presencia en tierras andaluzas en esa fecha es algo aislado, sin valor alguno.

Lo que sucede es que para dar oficialmente por extinta una especie es necesario que pasen 50 años sin ninguna cita... este detalle provoca que no esté catalogada oficialmente como desaparecida de Andalucía, aunque todos los expertos la dan por extinta.

Es más, el pasado año, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) creó un proyecto destinado a buscar -sin éxito- rastros de algún ejemplar de torillo andaluz en el espacio natural de Doñana, lo que sirvió para confirmar la extinción de la especie.

Trabajo intenso

La búsqueda del torillo andaluz en Doñana movilizó en 2008 a científicos y voluntarios, acompañados de perros, que recorrieron concienzudamente un área de unas 4.000 hectáreas.

Los observadores recorrieron unos 314 kilómetros y los perros especializados 1.400 kilómetros, sin localizar ningún ejemplar de este ave, según recoge la memoria del Espacio Natural de Doñana.

El último ejemplar de torillo andaluz del que se tiene constancia cierta (al margen del avistamiento de Almería) fue abatido en Doñana el 3 de diciembre de 1981, conservándose disecado en la colección de la Estación Biológica de Doñana. Se da la circunstancia de que la extinción de este pájaro supone la primera desaparición de una especie de ave en Europa desde 1840, cuando se perdió el alca gigante.

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