La formación del gobierno catalán va al margen de las preocupaciones ciudadanas, no hay prisa, se agotan los plazos y se hace marcaje entre los distintos partidos independentistas y todo discurre al margen de la urgencias del momento. El relato prosigue por el mismo camino que antes de las elecciones. Dos ejemplos. Si el rey va, con el presidente del gobierno, a avalar una inversión multimillonaria de VolksWagen en Martorell, el ejecutivo catalán no se siente concernido por ello y le hace el vacío al acto. Entiende que es cosa de Madrid como si Martorell estuviese en Carabanchel. Plantean en el Congreso de los Diputados una amnistía para todos los participantes en los referéndums catalanes y la Mesa del Congreso ha rechazado admitir a trámite esa posible ley de amnistía por la no baladí razón de que la Constitución establece en el artículo 62 que el rey, con arreglo a la ley, “no podrá autorizar indultos generales”.
En política interna un asunto llama la atención. La policía autonómica de Cataluña va a tener que terminar usando plumeros de carnaval y matasuegras para mantener el orden público. El acuerdo entre Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) contempla la suspensión de las balas de foam -menos dañinas que las pelotas de goma, ya prohibidas en Cataluña- así como la retirada de la Generalitat de las acusaciones particulares en los juicios contra los participantes -tan ordenados como se han visto recientemente- por las movilizaciones sociales y políticas, salvo en los casos en que los agentes puedan acreditar, con certificados médicos, que hubo lesiones entre los policías.
La norma de todas las policías democráticas es la proporcionalidad. Se responde en función de los ataques recibidos o de la dureza de la amenaza que se presume por venir. Cuando la proporcionalidad se rompe por alguna de las partes en litigio sobreviene el conflicto. Se abre el camino a los abusos policiales o a la indefensión policial. En el momento en que los manifestantes violentos enseñan su disposición al enfrentamiento, tapándose la cara con pasamontañas, asaltando supermercados o tiendas de lujo, portando mochilas con armas caseras o superando en número y pertrechos a los de la policía, poniendo en riesgo la seguridad de los los servidores públicos ¿que pueden hacer los encargados de mantener el orden ciudadano? Sacar los matasuegras.