Enrojecimiento, fotofobia o lagrimeo son algunos de los síntomas más frecuentes
El Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía ha vuelto a desplegar una campaña para advertir de que el agua del mar y de piscinas puede irritar los ojos y trasmitir infecciones oculares, convirtiéndose en caldo de cultivo para la conjuntivitis.
Enrojecimiento, fotofobia, lagrimeo, legañas matutinas o ganglios aumentados de tamaño son algunos de los molestos síntomas de la conjuntivitis, afección que puede ser ocasionada por bacterias, hongos o virus, o también por una reacción alérgica, traumática, o por la elevada presión ocular.
Según Francisco Luis Fernández, delegado en Cádiz del Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas, “una higiene cuidada, algunas precauciones básicas y, cómo no, el uso de gafas de sol homologadas pueden ser suficientes para tener una buena salud ocular en estos meses”.
Los ópticos andaluces hacen especial hincapié en los usuarios que habitualmente utilizan lentes de contacto, ya que el exceso de calor puede dañar lentillas. Además, en las playas es fácil que se introduzca arena en el propio ojo o dentro del estuche en el que se encuentran almacenadas.
Por todo ello, este Colegio aconseja evitar el uso de lentes de contacto en lugares ventosos, no sumergir la cabeza bajo el agua si se ha sometido a alguna intervención ocular recientemente, usar gafas protectoras con lentes de material orgánico durante la práctica de deportes acuáticos o lavar con abundante agua el ojo en caso de introducirse cualquier tipo de sustancia como arena o algún producto irritante.