Las pedanías critican que Martínez pasase por alto la mesa de seguridad

Los alcaldes pedáneos se quedaron ayer con mal sabor de boca tras la reunión que mantuvieron por la mañana para debatir largo y tendido sobre la falta de seguridad en la zona rural. Una de las razones de este “descontento” es que la delegada de Movilidad, María del Carmen Martínez, no asistiera al encuentro. Roque Valenzuela, alcalde de La Barca, acudió a esta cita “para que todos llorásemos en el hombro del otro y que nos digan lo de siempre, que no hay suficientes medios y que los policías no pueden hacer más de lo que hacen”.
Indignación porque la responsable municipal borrase de su agenda este encuentro es lo que siente el alcalde de Torrecera, Manuel Bertolet, “con las cosas como están y cuando hace unos días decía que éramos los alcaldes los que no asistimos”.
El regidor sostiene que “su responsabilidad a cargo de la seguridad está por encima de las cuestiones de partido y rencillas internas”, refiriéndose a la reunión que la alcaldesa y su equipo de Gobierno tuvo ayer con el secretario provincial del PSOE, Francisco González Cabaña. “Con lo que cobra, Martínez ha hecho una dejación de funciones para atender asuntos de partido, máxime cuando en algunos pueblos existe la imperiosa necesidad de abordar asuntos de extrema importancia, como es la seguridad, y donde se están organizando patrullas vecinales para defenderse de estos robos en ausencia de la Policía Local”, señaló.
Valenzuela reprocha a Martínez que esté ignorando unas reivindicaciones históricas y en las que la actual responsable municipal del ramo participó hace siete años secundando una huelga de hambre. En dicho encuentro no se pusieron sobre la mesa estadísticas sobre los índices delincuenciales registrados en los últimos meses, “aunque todo el mundo sabe que en la temporada estival aumenta el número de delitos en las pedanías porque estamos desprotegidos”, explica Valenzuela.
Tras asistir a esta reunión de la que no sacaron conclusiones ni se acordaron medidas de urgencias como preveían, el siguiente paso será solicitar un encuentro con la alcaldesa, Pilar Sánchez, para exponerle la delicada situación por la que atraviesan las pedanías en cuanto a la oleada de robos y asaltos que vienen padeciendo. De momento Valenzuela prefiere no pensar en las acciones que podrían tomar si la cita con la regidora socialista fracasa. “Necesitamos que arbitre alguna medida”, sostiene.
El alcalde de Torrecera señala que para calmar los ánimos tras la cadena de robos perpetrada “lo que vale es contar con más presencia policial”, algo que, de momento, no será posible. Una de las razones es que los agentes del 092 no quieren ir a trabajar a la zona rural, según comunicó el Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP), en parte porque el convenio laboral por el que se rigen no incluye los desplazamientos a las pedanías y tendrían que costeárselos . Valenzuela crítica que los incrementos de plantilla de los últimos años no hayan tenido en cuenta al ámbito rural.