En el nuevo proyecto del pasado verano de la entonces nueva directiva del C.D. Priorato, encabezada por su presidente Juan Manuel Tomás, uno de los pilares de ese nuevo proyecto estaba enfocado al entrenador que debería hacerse cargo o responsable de la plantilla de cara a la temporada 2016-2017, y que debería sustituir al técnico anterior Francisco Carballo. Todas las miradas apuntaban por entonces a José Antonio Molina que, sobre todo por razones personales o de familia, había quedado apartado del mundo de los banquillos, ya que como se recordará Molina en los últimos tiempos había sido entrenador de los juveniles del Lora C.F. José Antonio Molina, tras previas charlas o cambio de opiniones con algunos jugadores de la “vieja guardia” Carballo, Emilio, Morales…de los que necesitaba quizás de sus respectivos compromisos para dar el sí a la junta directiva, una vez confirmados, da el paso adelante y efectivamente aceptaba el cargo de ser entrenador del C.D. Priorato para la ya citada temporada 2016-2017.
Antes del comienzo del encuentro liguero que cerraba la competición frente a Las Navas, José Antonio Molina, primero ante la plantilla les hizo saber de sus intenciones de no continuar con ellos la temporada siguiente, es decir la temporada 2017-2018, que todo apunta volverá a ser una temporada más de transición, tras la marcha de Molina. En el club no se dan por vencidos y van a tratar de convencer al técnico para su continuidad que por lo que podemos saber es una decisión totalmente pensada y calibrada friamente. José Antonio Molina entiende que ha cumplido su compromiso con el club en el sentido de poner en marcha el nuevo proyecto deportivo surgido con la llegada de la nueva junta directiva priorateña.