“Estoy encantada con la propuesta y en lo que nos compete existirá la máxima colaboración”. De esta forma reaccionó la primera edil ante el llamamiento formulado el día anterior por el consejero de Obras Públicas, Luis García Garrido, para alcanzar un acuerdo conjunto en torno al futuro desarrollo de este enclave.
¿Significa esto el comienzo del fin de un viejo contencioso entre el Consistorio y la Junta? Puede ser. Pero la predisposición mostrada ayer por Martínez en aras de buscar una solución para Puerto América no fue óbice para que, acto seguido, volviera a arremeter contra el Ejecutivo andaluz por este tema y sacara a relucir reproches del pasado.
Antes de fumar cualquier pipa de la paz o de dar la bienvenida a próximas inversiones, la alcaldesa quiso manifestar su malestar por la falta de respuesta a las distintas sugerencias que, con el mismo objetivo, el Ayuntamiento ha venido ofreciendo “en los últimos seis años” no sólo a los titulares de Obras Públicas, sino también a la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), a la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) o al propio presidente de la Junta, Manuel Chaves.
desde 1992
De otro lado, la regidora aseguró que el movimiento de ficha del consejero “demuestra que no nos habrían dejado nunca actuar allí en solitario”. Respondía así a las críticas que, a menudo, le han llovido al Consistorio por no haber sido capaz de dotar de un uso concreto al edificio Ciudad del Mar, pese a contar con una concesión administrativa sobre el equipamiento desde 1992.
En este tiempo, el Gobierno local alega haber solicitado infructuosamente la ayuda de la Junta para --entre otras opciones-- ubicar un hotel en el lugar, compartir al 50% las instalaciones, crear un consorcio para su gestión, etc.
Dicho esto, Martínez reiteró su propósito de corresponder al reclamo de la Consejería, cuya intención pasa por ampliar la dársena y habilitar nuevos atraques recuperando espacio para el mar, amén de rescatar el inmueble que ahora se encuentra en estado de total abandono.
“Por nuestra parte no va a quedar, siempre y cuando haya lealtad”, insistió la alcaldesa, quien prefirió no valorar en público la propuesta de García Garrido, si bien consideró que no habrá problemas para lograr un entendimiento al respecto.
Eso sí, advirtió que la ampliación de la lámina de agua reducirá notablemente las posibilidades de aparcamiento en Puerto América. Una circunstancia que, en su opinión, hace más “imprescindible” aún la implantación de una zona de ocio y servicios en el Paseo Pascual Pery, tal y como se contempla en la reforma del Plan General de Ordenación.
