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La Junta añade un valor urbano al Guadalete

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  • Las obras del Guadalete han transformado el paisaje del río bajo la Peña
  • Las obras de adecuación del río superan el 50% de su ejecución con una inversión de 6 millones
Las obras del proyecto Adecuación e Integración paisajística del río Guadalete a su paso por Arcos alcanzan ya algo más del 50 por ciento de su ejecución por parte de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que invierte en esta iniciativa pionera en la provincia casi 6 millones de euros. La obra, que afecta a un tramo de siete kilómetros de cauce fluvial, queda más que justificada con las propias necesidades del río para su conservación y con el nombramiento del río Guadalete como Lugar de Interés Comunitario (LIC).
El viceconsejero de Medio Ambiente, Juan Jesús Jiménez, y  la delegada provincial del área, Gema Araujo, dirigidos por la alcaldesa anfitriona, Josefa Caro, quisieron comprobar por sí mismo el estado de los trabajos, para lo cual se desplazaron hasta la zona conocida como La Molina, lugar donde se está llevando a cabo una de las actuaciones más llamativas con la ejecución de un centro de interpretación del río. Y es que el proyecto no sólo tiene en su filosofía devolver el río a su ciudad integrándolo más, si cabe, sino además dar al río un sentido didáctico y pedagógico, amén de la importante tarea medioambiental que se realiza para limpiar el cauce.
Este proyecto, en palabras de la alcaldesa, “está permitiendo reconsiderar un espacio para la ciudadanía”, el cual estaba ciertamente infrautilizado e incluso deteriorado, ya que el río se estaba convirtiendo por desgracia en lugar habitual de depósito de basuras y enseres.

Sin embargo, había que acometer una intervención, no prevista originalmente en el proyecto, para salvar los vertidos de aguas residuales, fundamentalmente en la zona del Barrio Bajo, lo cual ha supuesto en torno al millón de euros más en el presupuesto final de una obra cifrada originalmente en 5,2 millones de euros.
En el lado más amable del proyecto, se están recuperando los tradicionales molinos de ribera, ya prácticamente en ruinas, de los que un día se sirvió el pueblo de Arcos para la molienda del trigo, caso del molino de San Félix, que aún conserva gran parte de su antigua y valiosa maquinaria. Según el proyecto, la parte superior de este molino se reconvertirá en observatorio de las numerosas aves que habitan en el cauce del Guadalete. Además, a esta altura del río se ha construido un azud y se ha protegido el cauce.

Otras intervenciones actuales destacadas son la recuperación del camino de Cuesta Noriega , al tiempo que se estudia la próxima intervención sobre el molino de San Antón, y la creación de un parque forestal junto al Barrio Bajo, a la altura del molino de Algarrobo, donde además se ha construido otro azud y un paseo fluvial en el área de Extramuros de Algarrobo. A ello se le añaden la limpieza y posterior construcción de azudes en Angorrilla y San Antón, el encauzamiento de un tramo de la primera zona, y los trabajos forestales en el Parque Europa.
La idea es que el largo camino de paseo creado sea un espacio para el entretenimiento y disfrute de los ciudadanos, que podrán partir, por ejemplo, desde la zona de Angorrilla y llegar hasta la Verbena; es decir, bordear el pueblo siguiendo el serpenteante cauce del legendario río.

Cinco tramos diferenciados
El proyecto integral se divide a su vez en cinco grandes tramos. El primero es el comprendido entre el parque Juan Candil -arroyo de las  Nieves- hasta Angorrilla, de 1,3 kilómetros de longitud, que supondrá la primera conexión de la ciudad con el río y, en concreto, con el molino de San Antón, muy interesante arquitectónicamente, de ahí que sea rehabilitado en su edificio y en el propio azud.

El segundo tramo es el comprendido entre Angorrilla y el legendario puente de San Miguel, una actuación a lo largo de 2,4 kilómetros que afecta a una zona de meandro. El tercer tramo es el comprendido entre el puente de San Miguel y el antiguo aforador, 0,6 kilómetros en los que se ha modificado el paseo de ribera en la margen izquierda del río. Esta actuación acercará más el camino de paseo al cauce.
El cuarto tramo alcanza el azud de San Félix, de un kilómetro, y el quinto y último cuenta con dos kilómetros de actuación, desde el molino de San Félix hasta la gravera de los Llanos de San Juan.

El consejero de Medio Ambiente planteó esta obra como “un proyecto piloto” para otras actuaciones que su departamento irá acometiendo en los tramos urbanos de los ríos andaluces. “Nuestros ríos no son tuberías que transportan el agua de un sitio a otro, sino lugares llenos de vida, y en este caso un espacio reconocido por la Comunidad Europea con su declaración LIC. Forman parte de la cultura y de los habitantes”.
Partiendo de ello, Jiménez reconoció que el uso será la mejor manera de mantener esta gran obra, por lo que invitó a los ciudadanos a recorrer los caminos de paseo creados y aprovecharse de las infraestructuras.
La recuperación de los tramos urbanos fluviales encaja en la directiva marco de aguas que promulga, entre otras iniciativas, la repoblación forestal de las riberas de los ríos.  Por ello, la de Arcos servirá de experiencia para otros proyectos en Andalucía.

Una visita muy animada
A la visita fueron invitados varios colectivos vecinales especialmente afectados por las obras, tales como las asociaciones de vecinos de María Auxiliadora y Juan Carlos I, la asociación de mujeres Arco Matrera, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Arcos y la empresa de iniciativas socioculturales Carriles.
Ahora, el reto se centra en que los vecinos y visitantes sean capaces de mantener una infraestructura única en su especie y que convertirá a Arcos, si cabe, en un lugar mucho más interesante y pintoresco. A este respecto, la alcaldesa agradeció el trabajo “exquisito” de los técnicos municipales y autonómicos de Medio Ambiente.
 
Historia del proyecto
Los trabajos  se iniciaron el lunes 3 de septiembre de 2007 con en el desborde de material, poda y corta de pies herbáceos y arbustivos, concretamente por el margen del Guadalete colindante con la calle Extramuros de Algarrobo. La idea fundamental era que todo quedara integrado en el medio natural, para lo que se viene utilizando materiales como piedra y madera.
El paseo fluvial de Algarrobo consta de un muro de contención de hormigón delimitado por un banco de hormigón prefabricado. El pavimento del paseo fluvial está compuesto por baldosas de piedra natural y la calzada por adoquines de granito.Este tramo tiene una doble función, estética y de seguridad, ya que en épocas de grandes lluvias la poca estabilidad del muro actual podría desembocar en inundaciones.

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