El tiempo en: Marbella
Miércoles 26/06/2024  

?Jerez era un pueblo hermoso y ahora es una gran ciudad?

Prepara la historia de la radio en Jerez y una recopilación de escritos de su blog

  • Andrés Cañadas -
—Hace treinta y tres años, con motivo de su pregón de la Semana Santa, le entrevistaba y le preguntaba que qué hacía un canario cantando a las cofradías jerezanas...
—Ja, ja, ja..., lo recuerdo porque estoy trabajando en la historia de la radio en Jerez y han aparecido recortes de prensa y me he encontrado con esa entrevista. Cuando yo dirigía Radio Popular de entonces, para mí la emisora sigue siendo Radio Popular, éramos muy rigurosos guardando todas las referencias a la emisora.
—Ya ha llovido desde entonces....
—Soy un canario que nació en Canarias pero que su familia es de origen andaluz y que, desde muy pequeño, porque su familia retornó a la Península, se afincó en Morón, luego en La Palma y finalmente en Sevilla, y que lleva más de cuarenta años residiendo en Jerez, todos sus hijos, sus nietos, son jerezanos y soy hijo adoptivo, con lo cual lo que hace este canario es tratar de servir a Jerez, a Andalucía, que es una tierra de la que me considero natural.
Aquella entrevista de cuando uno era casi un principiante en esto de juntar letras se realizó en los estudios entrañables de Ramón de Cala, 2, en su despacho de director. Ésta ha sido en la Real Academia de San Dionisio de la que es académico de número y secretario general desde hace más de una veintena de años. De por medio, la dirección general de Cope, director de Cope Sevilla, director regional..., presidente fundador de la Asociación de Belenistas, presidente que fue de la Hermandad de Donantes de Sangre, de la que es presidente de honor, del Club de los Reyes Magos, de la Asociación de la Prensa de Jerez, secretario general de la Federación de Asociaciones de la Prensa Andaluza, socio de honor de la Asociación para el progreso de la Comunicación, director que fue de Popular TV Sevilla, miembro de honor de la Fundación Alfonso X el Sabio, miembro del Centro de Estudios Histórico de Jerez, fundó también el Cine Club Popular...Cañadas Machado es un periodista de raza, que ha estado siempre en la primera línea de batalla informativa y de dirección, desde que en plena juventud asumiese la de Radio Popular de Vigo. Desde entonces la radio ha cambiado mucho...
—Absolutamente todo. Yo he tenido la suerte de vivir lo que fue la radio local. En España hubo muy buena radio local y concretamente en Jerez tuvimos un gran nivel. Nuestra emisora, hablo de las décadas de los 70 y los 80 bien avanzados, en el conjunto de la facturación de la Cope de entonces ocupaba el quinto o sexto lugar de España por delante de ciudades como Sevilla o Barcelona, lo que da idea de la penetración que tuvo en la audiencia y en la respuesta de ésta y del empresariado a la propuesta de programación. Desgraciadamente esa época de la radio local se ha perdido porque se ha apostado por el modelo imperante de cadena.
—¿Por qué razones?
—Por unificar la contratación publicitaria que, al ser una propuesta de tipo nacional es más cara, más rentable; por dimensionar, llamémosle así, la plantilla de profesionales de la empresa en conjunto y también, por qué no decirlo, por controlar un poco la línea de actuación ideológica de las emisoras. Eso ha llevado a la radio en cadena que cada día usurpa más horario para sí, por lo que los profesionales de las emisoras locales tienen que exprimir la imaginación para hacer algo que conecte con el entorno para el que trabaja.
—Pero, siguiendo con aquella época, Radio Popular era más que una emisora de radio
—Eso es un orgullo que tengo. Creo que la emisora trascendió lo que es el micrófono y se proyectó a la ciudad en el mundo cultural. Como le dije estoy escribiendo la historia de la radio en Jerez, investigo datos y me aparecen infinidad de actividades que Radio Popular y la Real Academia de San Dionisio abordaban conjuntamente, a través del grupo de actores de Radio Popular, que dirigía Pepe Marín, y que hizo una labor extraordinaria en la ciudad, a través de recitales de poesía, de disco forum...Hubo una serie de actividades que hicieron ambas instituciones conjuntamente. Hubo otros como el fomento de los belenes, que propició el nacimiento de la propia Asociación de Belenistas, de la que fui fundador y primer presidente, el Cine Club Popular, o las caracolás que se convertían en un acontecimiento social en la ciudad...Estoy con usted en que la emisora fue algo más que una emisora.
—A mi director, Alejandro Daroca, le entrevisté antes de su fallecimiento y decía que los medios en esos años tenían un excesivo poder.
—Tal vez era producto de la sociedad que vivíamos. Posiblemente en poblaciones más pequeñas más que en otras. Guardo un recuerdo entrañable de Alejandro Daroca ya que fue compañero en la Academia. Él contestó a mi discurso de ingreso y fue mi presentador en algunas conferencias . Con Alejandro y con Fernando Delage, que en paz descansen ambos, éramos las tres referencias de la información en Jerez y, quieras que no, eso te da un poder. Pero yo creo que supimos aceptar la dosis de responsabilidad que eso imponía y nos autocontrolamos para no convertirnos en caciques o en referentes, sino que nos tocaba representar ese papel y también supimos comprometernos en situaciones como el intento que hubo de hacer la novena provincia.
—Hablamos del Campo de Gibraltar.
—Así es, con capitalidad en Algeciras. En las reuniones que se celebraron en Jerez, siendo presidente de la Diputación Fernando Portillo y alcalde de la ciudad, Miguel Primo de Rivera, se paralizó aquella operación promovida por algunos ministros del régimen de Franco. Estuvimos en aquellos reuniones y los medios jugamos un papel importante porque con nuestra opinión se contaba como con la de los demás.
Le llaman académicos por teléfono, paramos la grabadora. Se le encuentra a gusto hablando de lo que ha sido una vida informativa de la que, aunque jubilado, no se ha despegado, a pesar de que este mundo informativo no tiene nada que ver con aquel en el que comenzó...
—Actualmente ha mejorado en cuanto a capacidad tecnológica, tanto en prensa, radio o televisión. El avance es espectacular. Recuerdo los talleres de La Voz del Sur, con los linotipistas, las cajas o o los correctores, que es una figura que yo siempre reivindico porque impedían que se cometiesen muchas torpezas..., y de ahí al equipamiento informático, las máquinas de impresión, la capacidad que tienen y el volumen de ejemplares que lanzan al minuto. Todo eso ha beneficiado, lo mismo que la radio que hoy en día está digitalizada y nos digamos la televisión. Hemos mejorado en eso y en la capacidad y en la formación de los periodista, la aparición de las Facultades ha influido notablemente en la preparación de los profesionales.
—Pero no hay trabajo.
— Quizás haya demasiada eclosión de profesionales y, desgraciadamente, cada vez hay menos posibilidades de ocupar un puesto de trabajo, ya que todas las plantillas se han rejuvenecido, se han hecho reconversiones de personal y el licenciado o licenciada que sale con su título lo tiene muy complicado. Además esa moda de los gabinetes hace que todo esté cubierto y que las expectativas laborales sean muy precarias.
—Dentro de esa precariedad hablábamos del fin de las radios locales, al margen de las municipales.
—Creo que va a ser así. Incluso en las municipales hay serios intentos en Andalucía y Extremadura de funcionar como una Federación, un organismo que ya aporta contenidos con lo que está restando a los que se puedan generar en cada población. Las emisoras municipales se mantendrán por su propia filosofía, pero el resto de privadas tienden claramente a la cadena y lo que son ahora las emisoras locales o provinciales terminarán siendo un poste repetidor en lo que interesará, en todo caso, será la facturación publicitara, con un hombre o una mujer orquesta que contrate publicidad, se grabe a sí mismo y haga una información para mandarla a la central que, en Andalucía, me supongo que estarían en Sevilla o en Málaga.
—Y la prensa de papel dicen que dirá adiós pronto.
—Usted sabe que eso se lleva diciendo muchos años y no acaba de desaparecer. Hace muchos años estuve en unas jornadas del Grupo Joly con unos expertos norteamericanos que después de demostrarnos las maravillas de los nuevos artefactos que ya están aquí, terminaron diciendo que el problema es que no se podía envolver el pescado. El papel tardará mucho tiempo en desaparecer y lo hará no tanto por razones de la imposición de las nuevas tecnologías, sino por el problema de los bosques, de la tabla de árboles, de la fabricación del papel, salvo que se encuentre un producto, que no es raro que se encuentre, alternativo al papel que sale del tratamiento de la pasta de la madera. El periódico, como ejemplar que se puede desplegar y oler un poco a tinta, seguirá existiendo por mucho tiempo. La radio se puso en tela de juicio cuando apareció la televisión y ahí está. Tanto prensa como radio y televisión han encontrado una plataforma como internet en la que es compatible que estén todos los medios. No creo que los medios tradicionales desaparezcan.
—Los medios y Jerez. Usted conoció la ciudad en el año 67
—Y era un pueblo hermoso, famoso en el mundo por su producto estrella, que era el vino, pero hoy es una gran ciudad. Aquí ha habido durante unos años una gestión municipal que ha llevado a transformarla en una gran ciudad, la quinta de Andalucía por su número de habitantes y no sólo por eso. Quizás le haya perjudicado que la crisis de la industria vitivinícola no haya encontrado una alternativa válida para seguir como en su época dorada. Esa focalización en dicha industria ha impedido que se hubiese desarrollado otra de tipo de industria complementaria. Se intentó con la Azucarera, pero con la crisis de la remolacha ha ido en regresión. Jerez se ha convertido en una ciudad de servicios y una ciudad de servicios no tiene capacidad parea absorber a esa pléyade de jóvenes con formación universitaria, que en eso hemos ganado porque cuando yo llegué el número de profesionales liberales era mínimo. Yo creo que ese el es gran reto que tiene Jerez, definir un poco por dónde quiere que vaya el futuro. Como ciudad de servicio es una ciudad privilegiada, pero no da todos y habrá que activar la industria, la propia de la zona, o el futuro no se vislumbra halagüeño.
—¿Y el futuro cultural cómo se ve desde la Academia?
—Con optimismo , porque aparte de la institución académica, que tiene una actividad creciente, nosotros hacemos del orden de treinta y cinco actos al año y somos de la Academia andaluza que más actividad promueve y así está reconocido por el mundo académico andaluz, se ha activado el Ateneo, el Ateneo Popular, está el Centro de Estudios Histórico Jerezano, el propio Archivo Municipal que está promoviendo a muchos jóvenes investigadores que están haciendo trabajos muy meritorios. Todo eso ha creado un caldo de cultivo cultural que anteriormente se concretaba en una o dos instituciones. Eso es positivo y nosotros lo notamos en los actos que organizamos, donde contamos con 60 ó 70 asistentes que está bien para una población como la nuestra , teniendo en cuenta además la terrible competencia que es la excesiva programación de fútbol, ya que nuestros actos son siempre los martes a los 20.30 horas y habitualmente hay fútbol televisado. También las hermandades promueven actos formativos y culturales. Nos podemos dar satisfechos con el nivel que tiene Jerez en ese aspecto.
—¿Se abre la Academia a Jerez?
—Es una de las metas de la junta actual, conectar con todos los movimientos culturales. Acabamos de hacer un ciclo musical en colaboración con el Conservatorio. Han venido alumnos e incluso algún graduado. Hemos querido abrir la Academia al exterior y eso se está notando. Hacemos llegar información exhaustiva a los medios y éstos responden y todo eso hace que el concepto de órgano cerrado esté desapareciendo.
— ¿Y usted secretario general de por vida?
—Mi propósito es que cuando se cumpla el mandato actual aparezca otro académico que asuma esta tarea. Llevaba 20 años con Francisco Fernández García-Figueras y ahora el actual presidente, gran amigo y magnífico presidente, me pidió que continuara en su candidatura.
Ve un momento de esplendor en el mundo de las Hermandades jerezanas “la llegada de nuevas hermandades de la periferia ha sido muy positivo, nosotros vimos las 30 hermandades e incluso el nacimiento de la 30 con la polémica sobre la juventud que irradia el Cristo del Perdón que había realizado Paco Pinto”, vivió en primera línea el nacimiento de la Diócesis de Asidonia Jerez “creo que fue un gran acierto y era una petición muy antigua de Jerez” hasta el punto que ha escrito la biografía de su primer obispo, don Rafael Bellido Caro y sigue en el mundo de la información con su blog, del que ya ha volcado casi mil comentarios en la red, preparara la historia de la radio en Jerez y un libro recopilatario de sus comentarios que quiere que aparezca para la Feria del Libro. La historia de la radio piensa que estará para finales del próximo año. Sevillista de cuna “porque mi padre me llevaba al viejo Nervión” y xerecista confeso que sufre y se alegra y que piensa que el Xerez volverá a Primera. Su hijo tiene la insignia de oro del Xerez “Pepe Repeto, q.e.p.d, me la quiso imponer a mí, pero no lo veía y la derivaron a mi hijo al que llevé de la mano a hacer el saque de honor”. Cañadas dice que terminará sus días en Jerez ya que “yo le digo a los jerezanos que tengo expedida por la Corporación una cédula que me dice que soy de aquí y que ellos nacieron aquí por casualidad”.
guna, donde los productos autóctonos eran los que mandaban. En España había tradición vinícola, pero no había modernización y en muchas regiones se vinificaba mal y el jerez estaba en una posición muy buena, por no decir también los brandies.
—Tampoco se venden como se vendían.
—Es que entonces no había más opción que beber brandy o anís. Luego entramos en la modernidad, el desarrollo europeo y había hambre histórica de otros productos que o eran prohibitivos o no existían aquí y solo los veíamos en las películas. Luego ya se pusieron al mismo nivel y el español pasó de escoger A o B a tener cincuenta referencias.
Habla con una fluidez extraordinaria, a veces se hace acompañar de pequeños gestos, atiende a su secretaria con la que tiene que solventar algunos asuntos, pero el tema del vino, del jerez seguía presente en la mesa de los diálogos, mientras que en las afueras el bullir de estudiantes, bajo el sol de octubre, era constante...
—Por encima de todo el vino de Jerez fue el gran descubrimiento enológico del siglo XIX y hasta los años 50 y 60 porque más que vender en España vendíamos a Europa y la generación de la posguerra estaba deseando salir del ambiente triste de la guerra mundial y darse algunas pequeñas compensaciones como era el jerez,que se conocía, que tenía una buena relación calidad-precio y un grado alcohólico razonable que hacía que la mujer la bebiese. La holandesa típica de los años 60 bebía jerez porque estaba mejor visto que beber ginebra. Luego esa señora ha muerto o es octogenaria y llegan más modernos, su nietos y dicen que eran las cosas de la abuela. El jerez tiene un problema gravísimo a partir del año 70 que es que el consumir empieza a tener una percepción, muy injusta, de que es una bebida heavy. Este grado o grado y medio de más es lo que hace esa percepción. Te bebes tes vasos de tinto y dices que no te afecta y te tomas media copita y ya lo sientes. No es justo, al final lo que consumes es etanol, volumen por grado, Así, 10 centilitros por 15 grados es menos que 30 x 14. Además ese grado o grado y medio produce una discriminación fiscal impresionante en muchos países. Una botella de Rioja o Cava u otras, en Alemania, pagan 0 euros porque es un vino tranquilo y el jerez, por tener alcohol añadido, 60. Eso es una barbaridad. Con las mismas cifras de ventas, ventas reales, hice un cálculo en mis primeros años en el Consejo y si el jerez tuviese la fiscalidad del vino aquí, cero, en aquella época estarían entrando 17 mil millones de pesetas y eso sería todo beneficio. Cuando el cava cuesta 9 libras y el jerez 9 libras, la ventaja para el jerez es mucho menor porque soporta una fiscalidad que no soporta el cava. Eso te resta valor añadido. Tengo que competir, no puedo ponerlo más caro, pero me queda menos. Ese grado y medio, en esa doble faceta psicológica y fiscal, tiene castaña.
—¿La solución?
—Pasa por recuperar el valor añadido. El problema nuestro, trágico, es que hemos ido perdiendo volumen sin recuperar el valor añadido. El jerez, como producto clásico, siempre estará presente, siempre será respetado, pero volúmenes como los que se facturaban en los años 60 no volverán, aunque esos volúmenes eran irreales. Cuando los bodegueros de Jerez se hicieron millonarios en el siglo XIX vendían el mismo volumen que ahora.
—La gente añora esos años 60/70
—Es posible. Había una actividad económica, pero el volumen era irreal, un poquito falso. Había la desgravación fiscal por exportaciones y el crédito al capital circulante. Muchas exportaciones se hacían sin que estuviese hecha la venta. Cuando se expropió Rumasa y era presidente del Consejo Antonio Barbadillo uno de los problemas era lo que se llamó el lago de Jerez, que era la cantidad de jerez que había en los puertos europeos. Se exportaba, se cobraba, pero la venta no era tal.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN