El cargador USB-C se convierte en el único permitido en la Unión Europea, y por lo tanto en España y Andalucía. Todos los teléfonos móviles, tablets, cámaras, auriculares, libros electrónicos, teclados, ratones, consolas, altavoces y sistemas de navegación se comercializarán con un cargador único.
En Europa se venden cerca de 420.000 millones de teléfonos móviles al año, lo que suponía tener varios cargadores y cables para cada uno de los fabricantes. Desde el sábado 28 de diciembre el cargador USB-C es obligatorio y universal.
Los fabricantes de teléfonos móviles han tenido dos años para adaptarse a esta medida sostenible, que se aprobó en octubre de 2022. Sin embargo, en el caso de los ordenadores portátiles, tendrán hasta el 28 de abril de 2026 para cumplir con la normativa.
Con esta normativa europea se pretende reducir la extracción de materias primas, las emisiones de CO₂ generadas en la producción de los cargadores y la basura electrónica que se generan cada año. Los usuarios podrán decidir si quieren recibir un nuevo cargador a la hora de comprar un nuevo dispositivo, lo que en principio debería reducir el precio del producto y, también, los residuos medioambientales.
Además de esto, la directiva europea también busca evitar la fragmentación del mercado de los dispositivos de carga, garantizar la comodidad de los consumidores e impedir que estos tengan que volverse cautivos de un fabricante concreto al comprar sus dispositivos.
