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Juan Carlos I llama a la Universidad a liderar el nuevo desarrollo económico

De la mejora del sistema universitario español depende el futuro de España, su bienestar colectivo, la promoción de los ciudadanos, la igualdad de oportunidades y la cohesión social, dice el Rey en San Fernando.

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  • Los Reyes inauguran en San Fernando el nuevo curso universitario -
Los Reyes de España presidieron este jueves en San Fernando en el Real Teatro de Las Cortes el ceremonial del solemne acto de apertura del curso 2010-2011 de las Universidades de España con motivo de la conmemoración del Bicentenario isleño. Don Juan Carlos y doña Sofía estuvieron acompañados en la mesa presidencial por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, el ministro de Educación, Ángel Gabilondo Pujol, el rector de la Universidad de Cádiz, Diego Sales Márquez, y la secretaria general de la UCA, Ana María Rodríguez Tirado.

Un evento institucional que además contó con la presencia de rectores llegados desde todos los puntos de España e Iberoamérica, así como representantes de los estamentos políticos, sociales y militares, que colocaron de nuevo a San Fernando en el panorama informativo nacional e internacional durante unas horas.
Era la primera vez en la historia educativa que la apertura del curso académico se celebraba fuera de un espacio universitario, es decir, en un edificio institucional y emblemático para la historia de España como es el Real Teatro de las Cortes. La entrada de la comitiva académica con el teatro puesto en pie y con la interpretación de Venis Creator Spiritus a cargo de la Coral Universitaria fue el preludio de la llegada de Sus Majestades los Reyes de España.

La encargada de abrir la sesión fue la secretaria general de la UCA, Ana María Rodríguez Tirado, quien realizó un somero repaso sobre la memoria de la universidad gaditana durante el pasado curso académico, tomando a renglón seguido la palabra Alberto Ramos Santana, catedrático de Historia Contemporánea, quien se centró durante su discurso en los acontecimientos históricos que se desarrollaron en la provincia de Cádiz hace 200 años y que culminaron con la promulgación del Decreto de Libertad de Imprenta.

Los mineros chilenos

Tras los turnos de palabra del rector de la UCA, del ministro de Educación y del presidente de la Junta, llegó el discurso de don Juan Carlos, quien lo primero que hizo fue tener palabras de aliento y, a la vez, de satisfacción para los mineros rescatados en Chile en San José de Atacama. “Felicito en nombre propio, de mi familia y de toda España, al Señor Presidente, al Gobierno y al pueblo de Chile, por el ejemplo de espíritu de superación y de trabajo en equipo que nos han dado a todos, contando con la entereza y capacidad de sacrificio de los rescatados”.

El monarca mostró su “alegría” por regresar a San Fernando pocas semanas más tarde de presidir el acto que el Congreso organizó en el Real Teatro de las Cortes con motivo del 200 aniversario de la convocatoria a Cortes, dando las gracias a la “Universidad a sus profesores y alumnos, así como a sus autoridades, por esta elección que realza la trayectoria de servicio a la sociedad y de excelencia académica que esta institución se propuso desde su fundación”.

Durante su disertación destacó el papel que la Universidad tiene en la aportación a la sociedad de “hombres y mujeres competentes, capaces de impulsar con su labor el desarrollo científico y cultural, el crecimiento económico y el bienestar social”, a lo que añadió que “hoy más que nunca la Universidad española, que cuenta con una larga trayectoria de prestigio y solera, asume la preciosa y decisiva tarea de volcar sus mejores energías en la más alta preparación de nuestra juventud para construir una España cada vez mejor”.

El Rey de España giró su discurso hacia el nuevo horizonte que se le abre a todos los que componen la gran familia universitaria española y su necesaria adaptación al marco europeo durante el próximo lustro. “El curso que hoy comienza supone un muy importante punto de inflexión en el proceso de adaptación de las enseñanzas universitarias a los criterios de convergencia europea, en el marco del Espacio Europeo de Educación Superior. Ha sido un proceso realizado con los esfuerzos coordinados de la comunidad universitaria, fuerzas políticas y agentes sociales y económicos. Sin duda debemos felicitarnos por ello, pero sin olvidar la necesidad de seguir mejorando, juntos y día a día, nuestra educación universitaria, para situarla en la cima de las del entorno europeo en el que se inscribe. Recordemos que la búsqueda de la excelencia es consustancial al espíritu universitario".

Mejorar la educación

Don Juan Carlos hizo referencia a los datos publicados por la Fundación COTEC de España -de la que es presidente honorario- sobre la cultura de la innovación de los jóvenes españoles en el marco europeo, y que “aporta precisamente datos reveladores sobre la necesidad de seguir mejorando nuestro sistema educativo en general. De ello depende, ni más ni menos, que el futuro de España, nuestro bienestar colectivo, la promoción personal de cada uno de nuestros ciudadanos, así como la igualdad de oportunidades y la cohesión social”.

“Esta renovada apuesta por la educación se basa en el convencimiento de que el crecimiento de nuestros países, las posibilidades de empleo y el bienestar de nuestros ciudadanos, dependerá cada vez más de su nivel de formación”, indicó el monarca español, quien añadió que “se trata de favorecer el desarrollo de una sociedad con una sólida preparación cultural y científica que, al mismo tiempo, promueva el reconocimiento del talento y de la creatividad, así como el fomento del espíritu emprendedor, fundado en el saber y en el rigor”.

Llegado a este punto de su discurso, don Juan Carlos apostó porque “en este marco, las Universidades están llamadas a desempeñar un papel muy relevante para avanzar hacia un nuevo modelo económico basado en el conocimiento. Por su labor de investigación, de formación y de transferencia del saber, deben convertirse en polos innovadores a nivel nacional e internacional”.

En el tramo final de su intervención, el Rey de España recordó que este año se cumplen dos siglos del nacimiento de una nueva concepción de la Universidad con la aportación de Wilhelm von Humboldt sobre el concepto dual de la enseñanza e investigación, o la oferta de una educación tanto humanística como científica. Tampoco pasó por alto que en 2010 se conmemora un siglo desde que la mujer tiene libre acceso a la Universidad, donde actualmente supera al número de alumnos masculinos matriculados, y reiteró el “el más firme y amplio compromiso de la Corona con toda la comunidad universitaria española, y subrayar mi apoyo y estímulo a sus responsabilidades y nuevas metas”.

Por último, tuvo palabras de aliento para las autoridades educativas, el profesorado, los alumnos y las entidades que colaboran con la Universidad antes de declarar inaugurado el Curso Académico Universitario 2010-2011 en San Fernando.

Griñán: "La Educación es un bien público"

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, abogó durante su intervención por un “amplio contrato político y social que reivindique la educación como bien público”, incidiendo además en que “el proyecto de universidad pública tiene que implicar a las fuerzas sociales y a los ciudadanos para buscar soluciones a los problemas inmediatos y reforzar la posición en contextos globales de producción y distribución de conocimiento”.
Griñán subrayó que “la universidad pública no se entiende sin la preocupación por el ser humano contra la exclusión social y la degradación del medio ambiente, el compromiso social y la defensa de la diversidad cultural”.

En el caso de Andalucía, el presidente resaltó que ha pasado en 30 años de contar con cinco universidades públicas y 80.000 alumnos a tener diez universidades y más del triple de estudiantes. El número de docentes, por su parte, se ha cuadruplicado desde 1980. Entre los retos, Griñán se refirió a la “plena implantación del Espacio Europeo de Educación Superior”, con el que “las universidades andaluzas se abren a sectores estratégicos emergentes”.

Lograr la internacionalización y la excelencia, metas para 2015

El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, destacó en su intervención que el curso que comienza supone la implantación definitiva del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), es decir, la convergencia de las universidades españolas con las europeas, lo que “no significa uniformar Europa, sino establecer sistemas compatibles, un enorme paso en la configuración de una Europa más coherente”.

Gabilondo alabó el “trabajo ejemplar” desarrollado de manera conjunta entre las administraciones implicadas y las universidades para la adaptación a los parámetros que marca el Plan Bolonia, lo que ha derivado en la creación de 2.338 grados, 2.429 másters y 1.624 doctorados. El ministro reclamó la “mayor implicación” universitaria posible para alcanzar en 2015 los objetivos de excelencia e internacionalización.

Un Plan Bolonia en el que se ha trabajado durante la última década y que, por fin, se ha convertido en “una realidad” con la adhesión de 47 países, aunque ahora toca, quizás, lo más complejo y es su desarrollo. Es por ello, que el ministro insta a las universidades a que una vez vez finalice el año académico “analicen los resultados de las iniciativas universitarias puestas en marcha con motivo del Plan Bolonia, al objeto de determinar cuáles han sido sus ventajas e inconvenientes de manera que se pongan en marcha procesos de mejoras”.

En este sentido, Ángel Gabilondo indicó que para el curso 2010-2011 está previsto que a través de Erasmus sean más de 32.000 los estudiantes españoles que salgan al extranjero y más de 30.000 los que lleguen a España.

Las matriculaciones

En cuanto a la población universitaria, señaló que para el curso recién inaugurado se ha registrado un incremento del 11,3 por ciento en el número de matriculaciones, alcanzándose la cifra de 1,6 millones de universitarios, unos niveles que no se recuerdan desde principios de 1990.

El ministro de Educación, al igual que el Rey en su discurso, abogó por la aportación de la Universidad para “luchar contra la crisis y cambiar el modelo económico”, apostillando que “no se trata de cumplir con los grandes objetivos marcados para Europa 2020, sino trabajar de manera conjunta para generar esa transformación económica que el país necesita”.

Gabilondo también hizo hincapié en la apuesta decidida por el Plan de Becas de la Universidad y la puesta en marcha, para tal cometido, del Observatorio de Becas. La finalidad será poner en marcha lo que se denominará la beca-salario.

Por otro lado, el ministro de Educación no pasó por alto la conmemoración del centenario de la incorporación de la mujer a la Universidad en igualdad de condiciones a los hombres. Actualmente, el 54,1 por ciento del total de la población universitaria está copado por el sector femenino, un porcentaje que alcanza el 57,2 por ciento si se habla de estudiantes de grado.

Por último, agradeció a los jóvenes su apuesta por el sistema educativo universitario español y reclamó su participación activa en el día a día de la vida universitaria. También dio la bienvenida a todos aquellos estudiantes que se incorporan a este nuevo curso llegados desde fuera de las fronteras españolas.

Diego Sales pone la UCA al servicio del Bicentenario

El rector de la Universidad de Cádiz (UCA), Diego Sales, hizo un breve repaso histórico de lo acaecido en la provincia hace 200 años y de la importancia de la celebración de la apertura del curso universitario en la cuna del parlamentarismo moderno, usando para ello símiles de corte marítimo dada la ubicación de Cádiz y del amor del monarca por todo lo relacionado con el mar.

Posteriormente habló de cifras y de cómo la UCA ha visto como desde que se puso en marcha en 1979 como universidad autónoma ha pasado de tener 7.000 estudiantes a casi triplicar esa cifra en estas tres décadas.
Sales se refirió a la nueva etapa que se abre en el curso ayer inaugurado y que supone la completa adaptación de todos los títulos oficiales a la “nueva ordenación de enseñanzas universitarias en España. Formamos ya parte de una comunidad que rompe fronteras, engloba a toda Europa, y tiene proyección en todo el mundo”.

El rector de Cádiz puso sobre la mesa los “otros retos” que se deben de afrontar como son “¿cómo dar respuesta adecuada al aumentos inesperado de la demanda de educación superior? ¿Cómo renovar los procesos administrativos y de gestión para garantizar su calidad y mejorar la eficiencia? Ahora llega lo realmente complejo: ¿Cómo alcanzar la excelencia? Y atendiendo a la situación que no está tocando vivir: ¿Cómo identificar las aportaciones que puede realizar la universidad para salir de la situación de crisis? ¿Cómo garantizar la equidad en el acceso al estudio?...”.

Por último, Diego Sales ratificó el compromiso que la Universidad de Cádiz ha adquirido desde un primer momento con los 200 años de Constitucionalismo en Cádiz. “La UCA, prosiguiendo en su objetivo fundamental de ofrecer una formación integral y humanista, y ratificándose en su vocación de institución entregada a la sociedad, de la que surge y a la que se debe, va a emprender esta nueva singladura con el aliento de contribuir de manera determinante en las celebraciones del Bicentenario”.

La historia universitaria vista por 34 profesores de 16 nacionalidades

El Centro de Congresos abrió sus puertas para albergar la presentación de la la obra titulada La Universidad. Una historia ilustrada, que recoge el legado que las grandes civilizaciones y culturas como China, India, Mesopotamia, Asia Menor, Egipto, Grecia o Roma, han dejado en las universidades, así como sus descubrimientos, en los que se ha apoyado la evolución científica y el progreso de la humanidad.

El libro, editado por Banco Santander, fue presentado por Fernando Tejerina, su coordinador, ex rector de la Universidad de Valladolid (años 1984 a 1994) y ex secretario de Estado de Universidades (años 1996 y 1997). El acto fue presidido por Emilio Botín, presidente de Banco Santander, y contó con la asistencia de Marius Rubiralta, secretario general de universidades, Diego Sales Márquez, rector de la Universidad de Cádiz, y Federico Gutiérrez-Solana, presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) y rector de la Universidad de Cantabria.

Botín explicó que el objetivo último del proyecto es “poner en valor la aportación de la universidad en cada periodo de la historia de la humanidad”, con una iniciativa única que describe el rico patrimonio cultural y arquitectónico que tiene la Universidad a nivel mundial. Este libro identifica plenamente la evolución de la universidad con la de la sociedad y mira hacia el futuro de la universidad y a los retos a los que se enfrenta.

Escrita por 34 profesores e investigadores de 16 nacionalidades, e ilustrada con más de 230 imágenes de prestigiosos autores -como Christopher Anderson, Candida Höfer, Richard Kalvar, o Bruno Barbey-, la obra recoge por primera vez en un sólo volumen los principales acontecimientos, lugares, instituciones y personas que han contribuido a la construcción de esta dilatada historia.

La obra narra cómo en Occidente la Universidad encuentra sus raíces en los espacios de la polis griega dedicados a la enseñanza: el ágora, el gimnasio y la academia, y siglos más tarde en los monasterios, las madrazas y las escuelas de traductores. En Oriente, existen ejemplos milenarios como la Universidad Imperial de China, fundada en el 124 a.C., o las escuelas de juristas de Constantinopla o Beirut de las que da cuenta el Código de Justiniano (siglo VI).

La Universidad como institución nace con la fundación de la Universidad de Bolonia (1088), que hoy da nombre al proceso de convergencia del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Tras Bolonia vinieron Oxford (1167), La Sorbona (1170) o la Universidad de Salamanca (1218). Se inicia así la proliferación y evolución de las universidades y su traslado a América, a cuyas instituciones se dedica uno de los ocho capítulos de este libro.
Desde entonces, la universidad no ha dejado de ser espacio de utopía y creación, de innovación y progreso, como muestran sus últimos cien años de historia en los que ha albergado acontecimientos decisivos.

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