El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado un aumento alarmante del 22% en la ocupación de centros de alojamiento para personas sin hogar en 2022, en comparación con las cifras de 2020. Este incremento, el más alto de la última década, ha llevado a que 21.684 adultos, 3.912 más que en 2020, año de la pandemia, sean atendidos en diversos centros de atención que ofrecen servicios de alojamiento, restauración o intervención en calle en todo el país. Andalucía ha mostrado una ocupación media del 83,6%, con un 30,1% de las plazas ocupadas por mujeres.
En una década, desde 2012, ha habido un aumento del 54% en el número de personas sin hogar atendidas en estos centros. De estas, más de tres de cada diez (7.105) son mujeres. El INE destaca que uno de cada cinco centros atendió exclusivamente a personas inmigrantes en situación de sinhogarismo; otro 7,2% a mujeres víctimas de violencia de género; y el 72,8% restante no estaba especializado o atendía otra especialización.
La disponibilidad de plazas también experimentó un aumento en 2022, con el INE citando el fin de las restricciones por la pandemia y la llegada de refugiados de la guerra de Ucrania como los principales motivos de este aumento de disponibilidad en los centros. En total, se ofertaron 26.690 plazas en España en 2022, con una ocupación del 81%. Más de la mitad de los centros, el 54,8%, estaban orientados prioritariamente hacia alguna situación específica. La situación de inmigración o solicitud de protección internacional fue la más atendida, en el 46,7% de los casos, seguida de la adicción a otras drogas (17,7%) y la violencia de género (15,7%). En contraste, el VIH o Sida (2,5%) y las enfermedades de larga duración o dependencia (2,8%) fueron las condiciones menos comunes atendidas.
En cuanto a los servicios prestados, los centros ofrecieron principalmente información y acogida, alojamiento, y atención y acompañamiento social (en entre un 76 y un 83% de los casos). En menor proporción, se brindaron talleres de inserción (16,4%), talleres ocupacionales (16,8%), atención jurídica (33,7%) y atención psicológica (41,75%). Además, 494 centros ofrecieron servicios de restauración, un aumento del 4% respecto a 2020. El INE también proporcionó datos por tipo de alojamiento, revelando que 7.921 personas se alojaron en pisos o apartamentos y 13.763 en centros colectivos. La mitad de estos centros colectivos disponía de habitaciones individuales y un 20% de habitaciones destinadas a familias. El 62,8% tenía instalaciones adaptadas a personas con movilidad reducida, y en el 50,2% se podían recibir visitas.
Respecto a los programas Housing First / Housing Led, se destinaron 660 viviendas en verano, un 47% más que durante el confinamiento, ocupadas por 858 personas (282 mujeres). En diciembre, la cifra se elevó a 671 viviendas, un 56,8% más que en 2020, ocupadas por 969 personas (348 mujeres).