La delegación de Cádiz del Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla alerta de que el agua de playas y piscinas puede causar irritaciones en los ojos y transmitir infecciones oculares como la conjuntivitis. Ojos rojos, quemazón, escozor, hipersensibilidad a la luz, sensación de cuerpo extraño y lagrimeo son algunos de los síntomas que puede padecer la mayor parte de la población que abandona sus hogares habituales aprovechando las vacaciones veraniegas.

Para evitar estas afecciones y virus, la entidad colegial recomienda extremar las precauciones higiénicas, especialmente en niños, personas alérgicas y aquellas que usan lentes de contacto. En este sentido, para impedir el contacto del agua se recomienda el uso de gafas de buceo así como gafas de sol para eludir la irritación por radiación ultravioleta.

Según Francisco L. Fernández, delegado en Cádiz del Colegio andaluz, “al igual que la piel, los ojos requieren cuidados especiales en verano. El cloro de la piscina y el agua del mar pueden provocar fácilmente daños en el ojo, que son evitables si se toman las medidas adecuadas”. Además, Fernández explica que “el sol también es un elemento dañino en estos meses calurosos, cuyos efectos podrían remediarse con el uso de gafas de sol homologadas”.

Desde el Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía, Ceuta y Melilla también se indica que estos cuidados deben ser especialmente meticulosos con los más pequeños. Y es que cada vez existen más evidencias de que la exposición a las radiaciones ultravioletas durante los primeros años de nuestra vida está directamente relacionada con el desarrollo de cataratas, degeneraciones maculares y otras alteraciones como el pterigión.

Consejos prácticos

- Usar gafas protectoras con lentes de material orgánico durante la práctica de deportes acuáticos como natación, para evitar la entrada de cuerpos extraños en el globo ocular.

- Lavar con abundante agua el ojo en caso de introducirse cualquier tipo de sustancia como arena o algún producto irritante.

- Evitar el uso de lentes de contacto en lugares con excesivo viento.

- No sumergir la cabeza bajo el agua si se ha sometido a alguna intervención ocular recientemente.

- Extremar las precauciones higiénicas con los niños, que frotan sus ojos con las manos sucias ante cualquier molestia.

- En caso de sufrir síntomas de enrojecimiento, dolor o secreciones oculares, acudir a un especialista y evitar siempre la automedicación.