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?No tengo tiempo para pensar en nada que no sea el Mundial?

El español Cesc Fábregas ha decidido mantenerse al margen de las negociaciones que mantiene el Barcelona, club en el que se crió, y el Arsenal, donde se hizo futbolista de elite y referencia del fútbol inglés. Está tan cerca de cumplir su sueño de disputar un Mundial, que asegura que no tiene...

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  • El centrocampista de la selección española de fútbol Cesc Fábregas. -
El español Cesc Fábregas ha decidido mantenerse al margen de las negociaciones que mantiene el Barcelona, club en el que se crió, y el Arsenal, donde se hizo futbolista de elite y referencia del fútbol inglés. Está tan cerca de cumplir su sueño de disputar un Mundial, que asegura que no tiene tiempo “para pensar en nada” que no sea la gran cita de Sudáfrica.

Cesc concede a Efe su primera entrevista a un medio de comunicación español desde que hace doce días iniciase la concentración previa al Mundial 2010 con la selección española. Quiso dar un paso atrás ante la avalancha de acontecimientos que se desataron desde que hizo público su deseo de jugar en el Barcelona si abandonaba el Arsenal.

—Dos meses después de fracturarse el peroné regresó a los terrenos de juego. ¿Cómo fueron sus primeras sensaciones?

—La verdad es que bien aunque reconozco que acabé con las piernas cansadas al final. Es lógico. Desde que arrancamos en Las Rozas y en la semana que hemos entrenado en Austria hemos acumulado mucho trabajo y eso se nota durante los partidos. Me siento contento por un lado, por volver a jugar, y cansado por el otro.

—Se lesionó ante el Barcelona en un momento clave de la temporada en la que el Arsenal volvía a aspirar a todo pero de nuevo se quedó a las puertas de los títulos.

—La verdad es que sí. Nunca las lesiones llegan en buen momento pero fue especialmente doloroso. Nueve semanas sin jugar al fútbol se hacen muy largas y lo que quieres es volver a jugar con tus compañeros. Ya estoy centrado en la selección. El otro día me quedé con mal sabor de boca porque quería tener unos minutitos ante Arabia Saudí. Me sirvió para que ante Corea del Sur fuese el doble de motivado.

—¿Por qué España no encuentra de momento su juego?

—La verdad es que era muy difícil hacerlo porque el campo estaba muy seco y los coreanos corrieron mucho para impedir que desplegásemos nuestro fútbol. Al final acabaron muy cansados y nos cedieron más espacios para que creásemos ocasiones de gol, pero en la primera parte nos hicieron sudar. El partido habría cambiado antes si hubiese entrado el disparo que intenté colocar y se estrelló en el palo. Lo importante es que seguimos ganando y cogiendo confianza.

—¿Hay en este momento en el grupo otros objetivos por encima de la brillantez del juego?

—Pensamos que es normal que sean partidos espesos. Nos encontramos a selecciones que están muy motivadas por enfrentarse a nosotros. También nos estamos acostumbrando al balón y al campo, porque ya sabemos por la experiencia del año pasado, que nos vamos a encontrar terrenos de juego con el césped bastante seco. Y además hay que sumarlo a la carga de entrenamiento que estamos teniendo. Entrenando mañana y tarde y con sesiones tan fuertes es normal que las piernas estén un poco pesadas.

—¿Le viene bien a España enfrentarse antes del Mundial a selecciones de un perfil bajo o debería hacerlo ante las grandes?

—Hace poco nos hemos enfrentado a grandes como Francia o Argentina y las hemos ganado. En este momento nos viene bien jugar ante equipos que la tocan bien pero que saben defender encerrados en su campo. En el Mundial nos vamos a encontrar selecciones así, que luchan cada balón hasta el último minuto, y que nos harán trabajar mucho por cada victoria. Sobre todo con Suiza y Honduras. A Chile ya nos enfrentamos y sabemos que además tiene calidad.

—¿Cómo se está viviendo el debate de la portería dentro de la selección?

—Con mucha naturalidad. Tienen los tres tanta calidad que es normal que se hable, pero nosotros sabemos que siendo sinceros juegue quien juegue, Iker, Pepe o Víctor, estamos en manos de tres porterazos que serían titulares en cualquier selección del mundo. Y eso es lo más importante.

—En lo personal se palpa que ante Corea se quedó con ganas de más.

—Es normal. Siempre que te cambian te quedas con ganas de más. Creo que estaba ahora en el momento de forzar un poco, no ir a lo fácil sino a lo más difícil y si puedo jugar todo el partido mucho mejor. Por supuesto que sé que hay muchos compañeros y los respeto. Solo queda un partido de preparación y espero poder dar más para que las piernas se vayan dando cuenta de que 90 minutos es lo que deseo jugar. Luego es el seleccionador el que decide.

—Según se va silenciando el debate de la portería van a aparecer otros. El de la delantera cuando Fernando Torres esté al cien por cien y el de su papel con Vicente Del Bosque. Intuyo que no va a aceptar bajar escalones en su rol después de haber sido el jugador número doce con Luis Aragonés.

—Yo, por mi forma de entender el fútbol, siempre quiero mucho más. Hay que entender siempre las decisiones del seleccionador. Nunca voy a quejarme. Lo que quiero es trabajar para demostrar que si quiere confiar en mi estoy listo. Todo lo que me llegue me lo quiero ganar en el campo, como siempre he hecho en la selección.
—Esta situación y la inestabilidad de su futuro, ¿le afectan psicológicamente o siente que ha madurado respecto al pasado?

—No es la primera vez que afronto una situación similar. De todo se aprende. Últimamente he estado centrado en mi recuperación, en trabajar muy fuerte para que cuando llegase el momento de comenzar con la selección, la lesión ya fuese pasado. Y lo he conseguido. Desde el primer día he podido entrenar con mis compañeros. Estar con ellos te ayuda para todo.

—¿Es capaz de mantenerse al margen de las negociaciones, de la oferta del Barcelona y la respuesta negativa del Arsenal?

—En este momento tengo muy clara una cosa. Jugar el Mundial es un sueño que he tenido siempre, es algo tan grande y tan importante que no tengo que estar pensando en otras cosas. Me mantengo al margen y así todo me está yendo muy bien en ese sentido. Estoy muy tranquilo. No tengo ni tiempo para pensar en nada de lo que está pasando. No hay tiempo material para no pensar en nada que no sea el Mundial.

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