Un calendario benévolo se alía con el Racing en el tramo final

Al igual que el día de la marmota el Racing Portuense sigue fiel a su guión y repite una y otra vez cual bucle infinito, en su incesante y repetitivo discurrir en el campeonato liguero. La derrota del pasado sábado no sólo trajo la lógica decepción de un trabajo tirado por tierra, sino la reafirmación de comprobar que de aquí al final de Liga todo lo que no sea seguir en el empeño de continuar luchando, será complicarse la existencia. Las escasas diferencias entre los rivales inmersos en evitar la quema, no hizo sino apretar aún más si cabe una clasificación ya de por sí ajustada.
Y es que las desgracias nunca vienen solas. A la pérdida ante los corianos le acompañó la derrota de un Sanluqueño que sigue en barrena frente a un Murallas que sumó su segunda victoria lejos de Ceuta. Curiosamente ambas conseguidas en suelo gaditano tras vencer meses atrás al Puerto Real en el Sancho Dávila. Este traspié en el conjunto verdiblanco no hizo sino recortar a seis puntos la diferencia que separan estos con los rojiblancos.
Para consuelo de los racinguistas, el calendario que les depara a los ceutíes es de los más fuertes en cuanto a entidad de los rivales se refiere. Los de Guillermo Ganet deberán hacer frente a Puerto Real en el Martínez Pirri esta jornada para enfrentarse una semana más tarde a Los Barrios. Todo ello, sin contar las dos salidas seguidas a las que deberá hacer frente ante Balona y Alcalá en el municipal linense y en el Francisco Bono alcalareño respectivamente.
Por su parte, el Atlético Sanluqueño tendrán que enfrentarse en Sanlúcar a Linense, Coria y Cádiz B sin contar el encuentro pendiente que deberán jugar ante el Mairena. A domicilio tendrán que vérsela ante Los Barrios, este jornada, Sevilla C y Los Palacios.

Optimismo

Sea como fuere, el optimismo sigue imperando dentro de un equipo que continúa creyendo ciegamente en sus posibilidades. Motivos hay para no pensar en lo contrario viendo los últimos partidos realizados por los racinguistas aunque no es menos cierto que la nula capacidad para marcar de estos le está costando más de un disgusto. La prueba irrefutable de que el gol no es el fuerte lo demuestra el hecho de que el Racing disfrutó hasta de seis claras ocasiones de haberse puesto por delante en el marcador ante los sevillanos sin conseguirlo. De estas ocasiones hubo hasta un lanzamiento a la cruceta por parte del capitán Lolo Prado. Recurrir al tópico de la mala suerte no es más que infravalorar a la razón y a la inteligencia de los que comprobaron que en el fútbol perdonar es empezar a perder un encuentro. Y esta historia no es nueva en un equipo que necesita urgentemente encontrar a un referente goleador en la zona de arriba.
Todo ello, a pesar de que en el partido jugaron hasta tres delanteros durante la disputa de los noventa minutos. En el once nuevamente lo hizo Villalustre que a pesar de su lucha no tuvo el premio al empeño. Otro de los que también lo intentaron, éste con menos participación, fue el jerezano Javi Moreno que debutó por fin en partido oficial en el José del Cuvillo aunque su intervención no hizo sino recordar que le faltan minutos para encontrar la chispa de competición y la frescura que se le presupone a un jugador que acaba de salir de una lesión.
Al que menos se le pudo reprochar los 20 minutos que disputó, fue al canterano David Cordero que después de tres meses nuevamente volvió a jugar un partido en El Puerto. Anteriormente había disputado tres minutos ante el Cartaya jornadas atrás a domicilio. Es con diferencia el jugador de la primera plantilla que menos protagonismo está teniendo. Su participación en siete encuentros y los 131 minutos disputados en Liga así lo certifican.
Al buen juego hay que añadirle la esencia del fútbol desplegado que no es otro que el gol y este es el tesoro más preciado e inalcanzable de un conjunto que sigue pagando con creces su escasa resolución anotadora.
El Pozoblanco tiene unos guarismos casi idénticos a los rojiblancos en cuanto a goles se refiere. La diferencia, la gran diferencia, es la distribución de los tantos anotados. Así, los cordobeses sumaron un gol más que los portuenses, 36 por 35, aunque los del Valle de los Pedroches están situados en la quinta posición con 52 puntos.
Viendo el calendario que les deparará al equipo de Manzano hasta final de Liga con sus tres enfrentamientos en suelo portuense (Cádiz B, Dos Hermanas y Puerto Real), no hacen sino confiar en que el objetivo de la permanencia está mucho más cerca. Lejos de tierras portuenses, los rojiblancos deberán hacer frente a Los Palacios, miércoles 7 a las 20.30 horas, Pozoblanco y Algeciras. Es por tanto que la permanencia deberá certificarse ante los enfrentamientos que dilucidarán en el Cuvillo que se convertirá en el juez o verdugo de los racinguistas en esta Liga.

En el mes de marzo sumaron cuarto puntos

Si el mes anterior hizo gala a ‘febrerillo el loco’, el mes de marzo que acaba hoy no terminó tan positivo como lo empezaron ante las derrotas consecutivas en feudo rojiblanco de Balona y Coria. Para consuelo de los rojiblancos ninguno de los dos contendientes demostró ser superior a los portuenses. Para desgracia aún siendo inferiores en lo dispuesto sobre el césped ambos se marcharon de El Puerto con tres puntos en el bolsillo. La diferencia, una vez más, estuvo en el acierto de cara a portería. Con cuatro puntos más en su casillero no debieran dejar indiferente a nadie de que el final del camino aún no colgado el cartel de fin. Estos cuatro puntos son los correspondientes a las cuatro jornadas que disputó en marzo que con una victoria conseguida ante el Sevilla C y el empate sumado en San Rafael ante Los Barrios. Aunque si hay datos que llaman a la reflexión es el hecho de que equipos como el Sanluqueño con una racha de los más peligrosa, sumó un punto más que los racinguista en este mes que finaliza. El próximo rival liguero, Los Palacios, sumó un pírrico empate ante el Córdoba B. Aunque viendo la facilidad con la que el Racing Portuense resucita rivales tampoco ayuda mucho hacer una reflexión demasiado positiva.