Rebensburg, que en los mundiales júnior de Formigal (Huesca), hace dos años, capturó tres medallas -una de cada metal- y que hace uno, en los campeonatos de esa categoría de Garmisch (Alemania) revalidó su título de supergigante y añadió el de gigante, dio en Whistler un salto estratosférico en su carrera deportiva y a sus veinte años ya es campeona olímpica.
La alemana ganó el gigante de Vancouver 2010 por delante de otras dos triunfadoras en los Juegos canadienses, la eslovena Tina Maze, que añadió la de hoy a la plata lograda en el 'súper'; y la austriaca Elisabeth Goergl, que repitió el bronce del descenso e igualó a su madre, Traudl Hecher, asimismo doble bronce olímpico, en los descensos de Squaw Valley'60 (EEUU) e Innsbruck’64 (Austria).
Goergl –que entró en el cuarteto austriaco el martes, después de ganarle ese día la calificación interna a Andrea Fischbacher, campeona olímpica de súper– había sido la mejor en la primera manga de una prueba cuyo acto decisivo se aplazó cuatro veces, debido a la niebla.
Las españolas Carolina Ruiz y María José Rienda, triple y quíntuple olímpica, respectivamente, acabaron lejos del primer puesto, a ocho y diez segundos de Rebensburg, mientras que su compatriota Andrea Jardi se salió de recorrido en la segunda manga.