Los expertos afirman que es necesario que ambos ojos estén sincronizados y que los músculos del ojo trabajen juntos
Ante la creciente popularidad del cine en tres dimensiones, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía advierte que no todas las personas pueden disfrutar de esta sofisticada técnica, ya que existen algunos problemas visuales bastante frecuentes que impiden percibir efecto 3D, pudiendo incluso llegar a provocar visión doble y mareos.
La visión binocular es una capacidad innata que nos permite ver el mundo en tres dimensiones y nos ayuda a calcular mentalmente las distancias, a situar los objetos en el espacio. Cada ojo obtiene una imagen, pero es necesario que ambos ojos estén sincronizados y, para ello, es necesario que los músculos del ojo trabajen juntos, lo que posibilita que el cerebro fusione en una sola imagen las procedentes de ambos ojos, logrando una única imagen en tres dimensiones. Sin embargo, “existen casos en los que los ojos no trabajan sincronizadamente y las imágenes no se fusionan, como es el caso de estrabismo o ambliopía (ojo vago), y la persona no es capaz de ver en 3D la película, porque tampoco tiene visión en relieve habitualmente”, explica Francisco L. Fernández, delegado en Cádiz del Colegio de Ópticos-Optometristas de Andalucía.
Recomendaciones
La tecnología 3D puede suponer un esfuerzo adicional para el cerebro de aquellas personas con problemas de visión. En estos casos “es posible que el espectador manifieste visión doble, mareos e, incluso, náuseas o desequilibrios si está de pie”, explica Fernández. Por todo ello, el Colegio de Ópticos recomienda visitar al óptico-optometrista en caso de sentir algún malestar utilizando la tecnología 3D. “Las personas que usen corrección óptica deben utilizarlas debajo de las gafas de 3D, pero, si se tiene algún problema de visión binocular, ésta se puede manifestar a pesar de llevar corrección.