No sé si a ustedes les ocurre igual pero cada vez me encuentro en los medios de comunicación con un mayor número de detenciones o intervenciones policiales derivadas de delitos de narcotráfico.
Yo incluso me atrevo a bromear diciendo cada día a ver por donde han venido hoy las “narconoticias”.
Se trata de una variedad de lugares que antes no existían. Hace años los alijos de drogas incautados y las detenciones se producían en puntos negros marcados en nuestro territorio pero, desde hace un par de años, se ha ido moviendo por una disparidad de sitios ganando un terreno importante las plantaciones de marihuana. Se ve que se gana mucho más sembrando droga que produciendo tomates o pimientos.
Frente a este aumento de delitos, veo en los últimos años cómo el consumo de drogas se está banalizando. Los jóvenes no ven que eso sea un problema. Es más, su consumo ha ido bajando en cuanto a las edades de inicio al ser mucho más accesibles que cuando yo era joven. Hay una variedad importante a precios muy baratos y de fácil acceso lo que conlleva un auténtico problema para la salud de nuestra población.
Ahí creo que se debe incidir más si cabe. En la información a los jóvenes a través de la experiencia de las asociaciones que trabajan en la materia. Se les debe concienciar sobre los graves daños de salud y mentales que conlleva el consumo de drogas y estupefacientes. Se les debe decir que la droga más simple tiene sus riesgos y sus daños. Y esto debe hacerse desde la realidad, es decir, desde el testimonio de personas que han sufrido esas adicciones y que han salido de las mismas para que sus errores no se cometan por parte de niños.
He tenido amigos del colegio fallecidos por culpa de las drogas. Sé de lo que estoy hablando perfectamente. Conozco el daño que se hace a las familias que tienen la desgracia de que uno de sus miembros caiga en esa mierda que es la adicción a las drogas. Por eso se debe trabajar con ellos, se les debe apoyar de una manera decidida. Deben sentirse acompañados.
Y mientras se hace esa labor de concienciación y de información de estos riesgos se debe actuar con medios y firmeza contra la venta ilegal. Desde el simple menudeo hasta la detención de los grandes narcotraficantes. Se debe combatir con todas las fuerzas posibles.
No bromeemos con el consumo de drogas, no lo tengamos como algo simpático o gracioso. Peleemos por evitar el destrozo que realiza en primer lugar a la persona que las consume y, en segundo plano, a las familias que padecen esta situación.
Esto es cuestión de todos, no lo olvidemos.
