Unas 26.600 hectáreas de plantaciones de frutas y hortalizas de invernadero de la provincia de Almería se cultivarán en la campaña 2004-2015 con métodos de control biológico, según las estimaciones realizadas por la Delegación Territorial de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, a partir de los datos facilitados por el sector.
Esta superficie, si finalmente se confirman dichas previsiones, supondrá un ligero incremento del 0,5 por ciento en comparación con la campaña 2013-2014, en la que se han aplicado métodos de control biológico en 26.440 hectáreas, según los cálculos trasladados por el Gobierno andaluz en una nota.
Este dato confima a la provincia de Almería como "la zona del mundo con la mayor extensión de invernaderos cultivados sin apenas tratamientos fitosanitarios", tratamientos que solo se emplean "cuando son estrictamente necesarios", según ha resaltado el delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, José Manuel Ortiz.
Este ligero incremento que se prevé de la superficie con control biológico se debe, principalmente al tomate, que pasará de las 8.820 hectáreas de la campaña recién terminada, a 9.160, esto es, un aumento de casi un cuatro por ciento, que "compensa los leves descensos que se prevén en pimiento, sandía, pepino y melón". Por tanto, se estima que "más del 82 por ciento de las plantaciones de tomate se cultivarán con control biológico de plagas".
Pese al avance del tomate, el producto con mayor superficie cultivada con este método de cultivo sigue siendo el pimiento, con 9.300 hectáreas, unas 40 menos que en la temporada 2013-2014, lo que representa prácticamente el 100 por cien de la extensión de este producto. También se mantendrá o descenderá ligeramente la superficie de cultivo de pepino con control biológico, con 2.530 hectáreas, frente a las 2.570 del año pasado.
Por su extensión, el cuarto cultivo es el melón, con 1.860 hectáreas, un 7,5 por ciento menos que en la campaña anterior. En cuanto a la sandía, se estima que se cultivarán unas 1.450 hectáreas, unas 30 menos que en 2013.
En cuanto a la berenjena, se prevén unas 1.160 hectáreas, unas 20 más que la campaña anterior; en calabacín, unas 50 más, pasando de 940 a 990, mientras que la judía prácticamente se mantendrá, con unas 145 hectáreas.